Como si de una receta se tratara contaremos la historia de los panecillos de San Antón
La Navidad se estira hasta el diecisiete de enero, apurando las tortas y rollos olvidados, porque «hasta San Antón Pascuas son».
Según la tradición los panecillos de San Antón se ofrecían al Santo para que bendijese los animales, y los cuidase de la peste y de otras plagas, y así dar una buena producción.
Con el pasar de los años los animales han cambiado de hospedaje ya no se tienen en las casas, si no en las granjas especializadas. Hemos cambiado las gallinas, conejos, cerdos, etc. por los gatos, perros, pájaros y algún que otro animal exótico. Claro que las casas tampoco dan para mucho más.
La tradición de estos panecillos se sigue llevando a cabo y son las mujeres del barrio de San Antón las encargadas de realizar esta receta en una confitería del mencionado barrio, aunque cada vez son más los hombres que se atreven a amasar este bendito pan.
Esta tradición se lleva a cabo en muchos municipios de la Región, Cartagena, Jumilla, La Copa de Bullas, etc.
Ingredientes:
- Harina
- Agua
- Sal
- Creciente Divina. La Creciente recibe el nombre de 'Divina' porque se guarda de una año para otro en el Santo, por lo que luego para utilizarla habrá que disolverla en agua, ya que se encuentra en estado sólido.
Elaboración:
Los ingredientes y la elaboración es como la de un pan casero.
Primer paso: mezclamos y amasamos
Se mezclan los ingredientes en la amasadora industrial y se dejan amasar durante una media hora aproximadamente. Dejamos reposar un ratito y nos preparamos para moldear.
Segundo paso: moldeamos
Ahora es cuando entran en acción las voluntarias del barrio. Cogen pellizcos de masa y los 'bolean' para que queden bien redonditos. Para que sea más fácil su manejo se untan las manos con harina.
El peso aproximado de cada panecillo es de unos 5 gramos aunque aseguran que ya lo tienen medido, el tamaño es similar a un garbanzo.
Los van colocando en una fuente de horno y pasan a la siguiente mesa.
Tercer paso: la cruz
Sobre cada panecillo y con la ayuda de un molde se pondrá una cruz, que es la que lleva el Santo en su túnica, un signo fundamental para esta humilde cofradía.
Cuarto paso: al horno
Tan sólo nos queda cocerlos, en cuanto los veamos dorados los sacamos y esperamos que se enfríen.
Quinto paso: embolsamos
Los panes del santo se dan en bolsitas de 5 unidades y como bien dice el párroco, el pan no tiene precio, por lo tanto quien recibe una bolsita entrega el donativo que considera. Éste va destinado a obras benéficas.
Sexto paso: la bendición
Un momento muy importante, la bendición del pan. Así podemos comprar un pan bendito hecho con mucha fe e ilusión.
Un último apunte...
Dicen los vecinos que si quieres atraer la fortuna debes guardar la bolsita de panecillos junto a tu monedero durante un año. Pero si eres soltero estos panes te ayudarán a encontrar pareja.
En definitiva, podemos comerlos o no, seguro que si los guardamos con fe, cualquier moneda que encontremos pensaremos que es gracias a San Antón... De todos modos, probaremos.