El gato montés es más grande que un gato doméstico (su longitud total está entre los 100 y 105 cm y su altura hasta la cruz de 35 a 40 cm)., de formas macizas, cabeza ancha y voluminosa y cola gruesa en toda su longitud, con 2-5 anillos negros, y el extremo negro. Su pelaje es de color general gris o pardo-grisáceo, con bandas negras, poseyendo unas manchas blancas en la garganta y debajo del ano. Su ojos son de color ámbar y posee garras retráctiles. En cautividad puede vivir hasta 16 años.
Hábitat
Aunque la especie ha sido catalogada de forestal en gran parte de las obras clásicas sobre la especie, no parece que éste sea el patrón general, al menos en el ámbito mediterráneo. En España central, los gatos monteses prefieren los hábitats en mosaico que alternan matorrales y cultivos y/o pastizales. Precisamente ese hábitat es también el preferido por los conejos y, en menor medida, por los ratones de campo. La especie es de hecho bastante rara en los bosques de coníferas con poca cobertura de matorral y, en general, parece que la especie no alcanza altas abundancias en las grandes formaciones boscosas. Se han detectado en múltiples ocasiones la presencia de gatos monteses en lo sotos de los ríos, refugiados en las marañas de vegetación. Como muchas otras especies, los gatos lo que precisan son lugares donde refugiarse y cierta diversidad de hábitat donde encontrar alimento abundante.
De lugares inesperados se han encontrado gatos incluso en las afueras de ciudades, conviviendo con gatos domésticos, y aparentemente de bastante pureza; a pesar de estas observaciones el gato montés parece huir de lugares habitados. En ocasiones es una especie que pasa muy desapercibida, incluso para los expertos, que no la detectan en el campo.
Distribución
Tanto en la Península Ibérica, como en la Región de Murcia., el gato montés está presente en muchas de las zonas que cumplen con las condiciones ambientales antes comentadas, sobre todo en las serranías de la mitad septentrional de la Región (
Sierra Espuña,
Sierras de Moratalla,
El Carche, El Gigante, Sierra de Salinas,¿) y en el resto, en las zonas en las que se mantiene cierta cobertura vegetal
Alimentación y costumbres
La alimentación del gato montés se basa en roedores, pequeñas aves y sobre todo conejos (principal especie de la que se alimenta el gato montés), de los que es un experto cazador, utilizando, para ello, la técnica del acecho. También es un gran trepador y buen nadador.
Desarrolla su actividad principal a partir del crepúsculo y durante la noche, siguiendo siempre los mismos recorridos en sus desplazamientos por su territorio. Durante el día reposa escondido entre los matorrales o en otro sitio resguardado.
Aunque en su etapa adulta es un animal que se defiende con fiereza de sus enemigos y depredadores, mientras son cachorros pueden ser atacados por linces, zorros, lobos o grandes águilas.
