Esplendor, luz, flor, color y orden se unen en la mañana de este día en el que los cofrades del Resucitado sacan a la calle su única procesión.
Aunque el desfile se desarrolla a plena luz del día , tercios y tronos mantienen el esplendor y belleza característicos en nuestra Semana Santa a pesar de la ausencia de iluminación en hachotes y tronos.
El momento más emocionante se produce a entrada de la Virgen en Santa María de Gracia, supone el fin de la Semana Santa tras un año de trabajo y en ese momento finaliza para empezar también en ese mismo instante a preparar la Semana Santa del siguiente año.