La importancia de la obra de Jara Carrillo alcanza desde la multitud de textos periodísticos que llevan su firma, a los libros de poesía de los que es autor. En el mismo grado de relevancia están sus narraciones, novelas y cuentos, o sus seis breves piezas de teatro, la mayoría basadas en la expresión del costumbrismo murciano.
Se dice de Jara Carrillo que es un poeta post-romántico, pues utilizó para sus obras un estilo con tintes modernistas que lo hacen adelantarse a su tiempo.
Influencias literarias
La obra de Jara Carrillo se inserta en un contexto literario muy concreto, el de principios del siglo XX. En sus escritos pueden percibirse las influencias recibidas tanto de fuera de Murcia (Bécquer, Rosalía de Castro, Núñez de Arce, Campoamor, Ricardo Gil, Rubén Darío o su buen amigo Salvador Rueda) como de otros autores de la región que se cruzaron de alguna manera en su vida (Polo de Medina, Frutos Baeza, Marín-Baldo o Vicente Medina).
La relevancia de su obra
El reconocimiento de este autor murciano estuvo presente durante su vida y, por supuesto, después de su muerte. Fue ganador de muchos Juegos Florales y de algunos certámenes literarios. Destaca la participación y el triunfo de Jara Carrillo en el concurso celebrado con motivo de la coronación canónica de la Virgen de la Fuensanta en el año 1927. Se buscaba un himno para la Patrona y los vencedores fueron Jara Carrillo, junto al compositor Jerónimo Oliver Albiol.
Principales temas en la obra de Jara Carrillo
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El amor y la muerte suelen estar presentes en sus escritos de un modo muy dispar. Lo mismo son abordados de una manera objetiva, como acontecimientos que obedecen a realidades inmutables, que se adentra en esos mundos expresando los más profundos sentimientos del hombre.
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Otros sentimientos también quedan de manifiesto en sus escritos, como el desengaño, la melancolía, el patriotismo...etc.
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Aspectos sociales.
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Temas circunstanciales evocando a flores, guitarras, toros...etc.
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Aspectos religiosos.
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Aspectos costumbristas sobre las duras faenas del trabajo en el campo, los usos y tradiciones de las gentes murcianas, los festejos, los bailes, los cantos populares.
Murcia: una fuente de inspiración
El escritor oriundo de Alcantarilla se inspiró en la vida cotidiana de su tierra, en el devenir diario de la Murcia de principios del XX. Paseaba por las calles, por la huerta, y los paisajes que percibía, los monumentos y rincones que contemplaba y la gente que descubría le servían de inspiración para sus poesías y sus novelas.
La novela más conocida de Jara Carrillo, Las Caracolas, fue publicada en 1919 y retrata de modo ciertamente melodramático los amores de dos personajes cuyas vidas se asientan en el entorno de la huerta murciana los días de la trágica Riada de Santa Teresa, que tuvo lugar en 1879 y que dejó el territorio murciano asolado. El ambiente descrito en esta novela sigue el camino de la novela naturalista.
Estilo
La amistad con Salvador Rueda le marcará profundamente en el estilo en sus obras, apreciándose en él la estética modernista que representa el poeta andaluz tan vinculado a Murcia.
De sus obras se desprende el aire de Murcia, su huerta, sus costumbres, sus tradiciones, sus cantos populares, sus gentes, etc. El estilo de Jara Carrillo ha sido calificado por algunos como de modernismo localista.
Reflejó distintos ambientes con una importante carga de exotismo, sensorialidad, imágenes simbolistas, etc. El pre-modernismo del que beberá Jara Carrillo se representa en un dominio del verso muy eficaz y una riqueza expresiva notable. Se ha dicho de él que posee la facilidad de crear formas poéticas que van desde lo más sencillo hasta lo más complejo. Jara Carrillo no ocultó el gusto por las nuevas formas y maneras que propugnaba las nuevas expresiones modernistas.