Los acantilados que se suceden a lo largo de toda la costa del Parque y las paredes rocosas de las montañas calizas constituyen otro de los ecosistemas diferenciados dentro de los límites del espacio protegido. Estos sectores cuentan con una flora muy peculiar y en algunos casos excepcional y muy escasa como es el ejemplo de uno de los muy pocos cactus autóctonos con los que cuenta el continente europeo : el chumberillo de lobo (Caralluma europaea), que se localiza en puntos aislados de Murcia y Almería.
En las dunas y playas de Calblanque podremos observar a grupos de plantas especializadas en la supervivencia en este tipo de sustrato (arena y sal). Así se pueden citar el perejil de mar, la margarita marina, el barrón, la zanahoria borde, la azucena de mar o el cuernecillo. En estas zonas pegadas al mar podemos observar aves acuaticas y limícolas como distintos distintos tipos de gaviotas, el charrancito, el chorlitejo patinegro, el correlimos tridáctilo, el ostrero o el vuelvepiedras. Entre los reptiles que habitan en estas zonas destacan el eslizón ibérico, la lagartija colirroja y la colilarga, el lagarto ocelado y la culebra bastarda.
Por último destacar la gran calidad del agua y de los fondos marinos paralelos a la franja ocupada por el Parque Regional. En estos se encuentra una gran representación de los diferentes hábitats que pueden componer los fondos submarinos mediterráneos (rocosos, arenosos o limosos).