Como no podía ser de otra forma, la Región de Murcia está cuajada de restos arqueológicos del periodo islámico. Abundan los castillos, por supuesto, pero también contamos con palacios, mezquitas, oratorios, despoblados, aljamas... La situación estratégica de Tudmir, en el extremo sudeste de la península, en donde se cruzan las vías que comunican Levante y Andalucía, por una parte; y la costa con el interior, por otra, hizo necesario diseñar y realizar un denso entramado de puntos fortificados y castillos. Era preciso controlar el paso desde Andalucía por la vega del Guadalentín, lo que se percibe en la línea que va desde el Castillo de Nogalte, hasta Murcia, encadenando los puntos de Lorca (más Xiquena y Tirieza), Aledo, Alhama, Librilla, el entorno de Murcia-Monteagudo, y sale ya hacia Orihuela y el Reino de Aragón. Por otra parte, la ruta que nace en Cartagena y se interna hacia la capital, y hacia el centro de la península, está jalonada con puntos fortificados como el de la Asomada (al que se asocian el Portazgo superior y el Portazgo inferior), el del Cabezo del Moro, y otros, defendiendo el camino hacia Murcia (y el conjunto Monteagudo-Larache). Siguiendo hacia el norte, se encadenaría Molina de Segura (Hisn Mola, en los siglos islámicos), Cieza, Jumilla...

Para concretar la situación en el Valle de Ricote, vamos a seguir las líneas trazadas por A. Bazzana en el Tercer Congreso Turístico Valle de Ricote (2005). El modelo de asentamiento estudiado por Bazzana es el hisn, definiéndolo como

“un modo de organización territorial (...) que muestra una yuxtaposición de territorios –más o menos extendidos- que disponen de un centro fortificado y donde la población se distribuye en varios núcleos de hábitats, las qarya/s. En los textos árabes, la palabra hisn cubre a la vez el territorio de una comunidad rural, así como el punto fortificado que constituye su polaridad estructural. Es lo que nos proporciona la arqueología”.

El único punto de poblamiento claramente atestiguado por las fuentes árabes es Ricote (Hisn Riqut), ya mencionado en el siglo IX. Su historia fue larga, siendo el último bastión de la revuelta mudéjar de 1266, quedando en el abandono tras el fracaso de la oposición a los castellanos. En el territorio del hisn se incluirían los núcleos de Abarán, Blanca, Ojós, Ulea y Ricote. El núcleo de Blanca, por ser el más alejado del hisn principal, desarrollaría su propio sistema defensivo (torres), que culminaría con la construcción del castillo en el siglo XII, durante el reinado de Mardanis.

Quedaría la mención a Hisn Siyasa, que, como ha señalado Joaquín Salmerón, sería la puerta norte del Valle de Ricote.