El producto presenta riesgo de asfixia debido a la forma, color y apariencia del producto es tal que es probable que los niños se confundan con un producto alimenticio y, en consecuencia se lo puedan poner en la boca. Debido a la consistencia de los productos (jabón), los niños pequeños pueden fácilmente muorder y separar las piezas pequeñas tragandoselas, lo que supone un riesgo de asfixia.

El producto no cumple con la Directiva 87/357/CEE sobre productos de apariencia engañosa que ponen en peligro la salud o la seguridad de los consumidores.

Las autoridades ordenan la retirada del producto del mercado.

FUENTE: REVISTA 'CONSUMER'