Presentación del plato:
Sabrosos y apetecibles durante los meses más fríos del año, pero también en otras épocas del año, los potajes, sopas y cremas son un excelente entrante para las comidas, ya que preparan el estómago para el siguiente plato.
El potaje es un guiso hecho con legumbres, verduras y otros ingredientes, hay muchas variedades de albóndigas, de cebolla, de acelgas, de espinacas, de alcachofas… La combinación de verduras de temporada con cereales y legumbres convierten estos platos en un alimento muy completo desde el punto de vista nutricional. Las posibles combinaciones de ingredientes son innumerables.
Hoy en día, este tipo de platos arrastra el falso mito de que requieren una laboriosa preparación, aunque actualmente y gracias a la tecnología de las ollas esto ya no es tan cierto, si se tienen que hacer con esmero y paciencia ya que lleva muchos pasos.
Ingredientes :
- 3 manojos de espinacas
- 4 puñados de garbanzos secos
- 4 alcachofas
- 2 zanahorias
- 1 cebolla mediana
- 6 patatas pequeñas
- Pimentón dulce
- Sal
Para las albóndigas:
- 250 g de bacalao desalado y desmigado
- 1 ramillete de perejil fresco
- 2 dientes de ajo
- 1 puñado de piñones
- 2 huevos
- 1 lata de atún
- Pan rallado
- Una pizca de pimienta.
Elaboración:
Primer paso: los garbanzos
Comenzamos con los garbanzos que tendremos puestos a remojo desde la noche anterior. Si es posible en agua mineral (que no sea muy dura).
Lavamos bien los garbanzos y los imtroducimos en la olla con agua nueva.
A continuación incorporamos las patatas peladas, cortadas en trozos de igual tamaño y lavadas. Esto será lo primero que pondremos a cocer porque la dureza es parecida.
Segundo paso: el sofrito
El sofrito lo vamos a hacer con cebolla y zanahoria picada, en trozos de similar tamaño, cuando la cebolla está hecha (de aspecto transparente), sazonamos y echamos una cucharadita de pimentón, apartamos del fuego y lo incorporamos a la olla.
Dejamos cocer siete u ocho minutos.
Tercer paso: las espinacas y alcachofas
Y mientras se cuece levemente lo anterior, limpiamos las espinacas, las lavamos y echamos en la sartén donde hemos hecho el sofrito. Cuando pierdan un poco el agua, las echamos a la olla.
Añadimos las alcachofas, que previamente habremos limpiado y mantenido en agua con limón para evitar que se oscurezcan.
Cuarto paso: los macarrones
Este detalle es de costumbres y no es de riguroso orden. Antiguamente echarle pasta, es decir macarrones, al potaje era para “engordarlo” un poco y ahora lo hacemos porque realmente está BUENÍSIMO.
Se añade un puñadito de macarrones, no debemos pasarnos porque la pasta absorbe mucha agua y al no ser un ingrediente principal, tampoco debe predominar.
Ahora dejamos cocer todo a fuego lento hasta que este todo bien cocinado, mientras preparamos las albóndigas. Si utilizamos olla expres solo emplearemos 5 minutos, mientras preparamos las albóndigas.
Quinto paso: las albóndigas
En un bol mezclamos el bacalao, los huevos, el ajo y perejil (previamente picados) el puñadito de pan rallado, la lata de atún (bien escurrida de aceite) y los piñones (escurridos de su agua).
Bien, antes de mezclar, repasamos: el pan rallado iremos viendo cuanto va necesitando, más vale añadir poco a poco que excedernos; lo de la lata de atún es un toque diferente que seguro les gustará (me lo dijo un ama de casa y desde entonces siempre se la pongo) y el poner los piñones en agua es para que se hidraten y cojan más volumen.
Pues ahora es momento de mezclarlo todo bien, damos forma y pasamos de nuevo por pan rallado para que al freírlas no se rompan.
Una vez las tengamos fritas las dejamos en una fuente con papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite.
Sexto paso: terminamos la cocción
Solo falta por añadir a la olla las albóndigas que, como están prácticamente cocinadas, necesitarán unos pocos minutos, con 5 será suficiente.
Lo ideal es no mezclarlas con el resto de ingredientes porque se nos romperán, las dejamos arriba y será lo primero que sirvamos.
Presentación en mesa y acompañamiento:
Evidentemente este plato hay que tomarlo caliente, por eso es de invierno tanto este como el resto de guisos.
Cuando comamos un plato de guiso siempre está bien acompañarlo de encurtidos: aceitunas, pepinillos en vinagre, guindillas, tápenas… o bien de unos rabanitos de temporada, unos cogollos de lechuga… eso si, siempre con un buen vino de la región.
Ni que decir tiene que se trata de un plato único que nos dará mucha sed pero merecerá la pena, alimentará ¡¡cuerpo y mente!!