Presentación del plato:
Plato típico de Semana Santa, o de cualquier época del año, siempre que haya buenas calabazas en zonas de la Región como Lorquí, Ceutí, Archena… y es que en esas tierras se cultivan las calabazas mas apropiadas para elaborar este dulce. Una receta sencilla que se tomaba de postre en las comidas o como una mermelada para el desayuno. Económica, fácil de hacer, sabrosa y sana.
Ingredientes :
- Un cuarto de calabaza
- Azúcar
- Canela
- Aceite de oliva suave
Elaboración:
Primer paso: la calabaza
Comenzamos cortando en cortes alargados la calabaza. Los colocamos en una fuente de horno y cocinamos durante 20 minutos a 150º para que pierda agua y sea más rápido freírla. Este paso no es necesario, también se puede hacer directamente en la sartén, y ser pacientes hasta que se consuma el agua.
Una vez asada le quitamos la piel y la cortamos en trozos. En una sartén ponemos un chorrito de aceite suave y echamos la calabaza troceada, freímos unos minutos.
Segundo paso: azúcar y canela
A continuación es momento de echarle 4 cucharadas de azúcar y un espolvoreo de canela molida. Movemos bien y dejamos un minuto más para que el azúcar se derrita. Apartamos.
Tercer paso: servimos
Con una rasera sacamos el dulce de calabaza dejando el aceite sobrante en la sartén. Presentamos en un plato y esperamos que se enfríe porque lo ideal es tomarlo frío como si de un postre se tratase. Antes de sacarlo a la mesa espolvoreamos azúcar y canela por encima.
Presentación en mesa y acompañamiento:
Ya tenemos nuestro postre hecho, un dulce que nos aguantará unos días en casa. El sabor nos recuerda mucho al boniato pero la canela le da un toque exquisito… a pesar de ser solo ¡¡calabaza y azúcar!!
Una vez más nos sorprenden las recetas de antaño, que sabían aprovechar la materia prima sacándole el máximo partido.
Ya sabes: con cucharita o untado en una rebanada de pan (como una mermelada) un postre… de toda la vida.
Tambien está muy rico con un poquito de queso, fuerte o suave, al gusto del comensal.