El Paleolítico se define como la Edad Antigua de la Piedra y abarca el tiempo comprendido entre el inicio de la vida humana y el final de la era glaciar en la Tierra. El Paleolítico se divide en tres etapas: Inferior (2’5 millones-100.000 a. C.), Medio (100.000-35.000 a. C.) y Superior (35.000-10.000 a. C.). Cada etapa corresponde a un estadio de la evolución en el proceso de hominización durante la Prehistoria.


CRONOLOGÍA

Paleolítico Inferior (2'5 millones-100.000 a.C.)
Paleolítico Medio (100.000-35.000 a.C.)
Paleolítico Superior (35.000-10.000 a.C.)


HERRAMIENTAS LÍTICAS

- Cantos
- Bifaces
- Raederas
- Raspadores
- Perforadores
- Hojas de laurel
- Arpones


El periodo del Paleolítico se caracteriza por el nomadismo de la sociedad prehistórica en busca de alimento para su supervivencia; el establecimiento de hábitats provisionales cerca de los ríos y lagos; la elaboración de utensilios de piedra tallada para su utilización como herramientas y artilugios de caza; la colonización humana del planeta desde África (origen del hombre); y el descubrimiento natural del fuego por la acción natural de los fenómenos meteorológicos y su dominio posterior mediante el frotamiento de palos o cañas para combatir el frío, endurecer las armas de caza y facilitar la ingestión de los alimentos.

Las principales culturas del Paleolítico a nivel mundial fueron: el achelense y el musteriense en Europa, el olduvayense y el achelense en África y la peble en Asia. La cronología del desarrollo cultural varía según las zonas del planeta. Las diferentes culturas no evolucionaron de la misma forma y al mismo tiempo. La vida en el Paleolítico estuvo condicionada por las glaciaciones desarrolladas en las diferentes regiones del globo. En Europa, las glaciaciones Mindel, Gunz, Riss y Würm influyeron en en la fauna y la flora de la Tierra y, por ende, en las formas de vida humana. La fauna destacaba por la existencia de grandes animales como el mamut, el rinoceronte, el reno y el elefante, y la flora quedaba supeditada a la aparición de zonas de nieves perpetuas. La existencia de abundante caza favoreció el desarrollo de la industria lítica, con la producción de cantos, bifaces, raederas, raspadores, perforadores, hojas de laurel y arpones.

El hombre del Paleolítico buscaba hábitats cercanos al agua para garantizar su supervivencia. Los primeros homínidos vivían en cuevas para protegerse de las inclemencias del tiempo. La evolución humana propició el abandono progresivo de las cuevas en beneficio de cabañas provisionales, generalmente de planta circular, realizadas con ramaje. En las cuevas, el ser humano desarrolló el arte paleolítico con pinturas minerales sobre escenas de caza y rituales mágicos. La religión primitiva se basaba en la adoración de los elementos de la naturaleza. El final de las glaciaciones supuso el final del Paleolítico y el paso al Mesolítico.

Antonio Gómez-Guillamón Buendía