El Paleolítico Medio se extiende aproximadamente entre el 100.000 y el 35.000 antes de Cristo. Este periodo, conocido como Musteriense (por el yacimiento de Le Moustier en Francia), se caracteriza por la aparición del 'homo neanderthal' en la evolución humana. El hombre 'neanderthal' destaca por una complexión robusta, una altura de 1’65 metros y un incremento de la capacidad craneal hasta los 1.500 cm3.

Su nombre rinde homenaje al lugar donde aparecieron oficialmente los primeros restos de esta especie, el valle de Neander (Alemania). El 'neanderthal' perfeccionó el método de producción de lascas triangulares mediante el uso de la técnica Levallois, utilizando huesos humanos como martillos de percusión para tallar la piedra, y amplió el utillaje lítico con la producción del bifaz o hacha de mano, las puntas, los raspadores y las lanzas. Además, el hombre prehistórico construyó las primeras cabañas al aire libre para protegerse de las inclemencias del tiempo. Los principales yacimientos del periodo en la Península Ibérica son los de Bañolas y Gibraltar, donde aparecieron una mandíbula y un cráneo de 'neanderthal'.

La Región cuenta con importantes yacimientos del Paleolítico Medio con restos del 'homo neanderthal'. El más destacado es el del Cabezo Gordo (Torre Pacheco). La Sima de las Palomas del Cabezo Gordo es el yacimiento más importante del hombre de 'neanderthal' en el litoral mediterráneo y el segundo más destacado de España (tras el de Atapuerca). El Cabezo Gordo es una montaña de mármol de 310 metros de altura situada en medio de una llanura. La Sima de las Palomas alberga restos fósiles del hombre de 'neanderthal', con 120 huesos y dientes de ocho individuos, y restos de fauna, correspondientes a leones, hienas, hipopótamos, ciervos, rinocerontes, caballos, liebres, conejos y aves. Además, los arqueólogos descubrieron una variada tipología de útiles, como raederas, denticulados, puntas y lascas.

 Antonio Gómez-Guillamón Buendía