En el mercado
Las guindas son frutas que maduran en verano, aunque por su peculiar sabor se trara de una especie que apenas se come en fresco, en cambio se consumen confitadas y como ingrediente en postres o salsas.
Los mejores ejemplares son los que presentan color rojo vivo y brillante, con piel firme, limpia, sin roturas ni imperfecciones y con cierto peso. El aspecto final de cada pieza será redondeado. El pedicelo debe quedar unido a la fruta, mostrándose verdoso y fresco.
Para conservar los ejemplares frescos es necesario introducirlos en el refrigerador sin lavar, manteniéndose en buen estado para su consumo durante dos semanas. También son un alimento que admite la congelación, ya sea en freso o en almíbar.
No obstante, en la Región de Murcia, la forma más habitual de conseguir guindas en el mercado es confitadas y envasadas, listas para añadir a cualquier postre.
En la mesa
Las guindas poseen en su sabor cierta presencia de suaves toques ácidos o amargos que la excluyen de las frutas gustosas para comer en fresco. Generalmente se degustan de esta forma las cerezas y picotas, dejando las guindas para postres, confitadas o como ingrediente en cremas dulces y saladas.
Las guindas confitadas se utilizan en la Región de Murcia como componente y decoración en la ensalada de Nochebuena, típica del Valle del Guadalentín, la tarta de manzana con piñones, así como en relleno de bombones y acompañando a la piña y el melocotón en almíbar, postre típico de las fechas navideñas.
Las mermeladas o compotas de guindas añaden su sabor único a yogures, tartas, mousses, sorbetes, helados o bollería.
Para platos elaborados a base de carnes rojas, de caza o aves, pueden utilizarse las guindas frescas en salsas con diferentes condimentos, aportando ciertas sensaciones agridulces (frecuentes en Francia o Inglaterra).
Además también son frutas con las que se elaboran deliciosos licores (kirsch Alemán), aguardientes y otras bebidas como zumos o refrescos.