Un poco sobre el langostino...
Sin duda una de las joyas que nos regala nuestra querida laguna salada... son sus LANGOSTINOS, únicos e inigualables aunque suene a frase hecha, es una realidad.
El langostino capturado en el Mediterráneo ya era especialmente considerado como uno de los frutos predilectos del mar por griegos y romanos.
El langostino del Mar Menor, es uno de los mariscos más apreciados del país. Las aguas de Lo Pagán son el lugar elegido por los pescadores de la Cofradía de San Pedro del Pinatar para la captura de este crustáceo. Anualmente hay dos temporadas de pesca, cuya duración es aproximadamente de dos meses, una se realiza entre mayo y junio y la otra en septiembre. Algunas veces la captura se ve afectada por la temperatura de las aguas.
Su tamaño, sus rayitas, su color, su textura, su sabor... es como darle un bocado al Mar Menor.
Cómo cocinarlos...
Pero una buena pieza hay que cocinarla bien. Lo ideal para degustarlos y disfrutar de ellos como merecen es hirviéndolos un poquito. Para ello ponemos una olla de agua a calentar con sal y cuando esté hirviendo los vertemos. Una vez rompa el hervor de nuevo, retiramos la cazuela del fuego y la colocamos debajo del grifo de agua fría para que no se continuen haciendo y los colocamos en un recipiente con hielo para enfriarlos rápidamente para que queden prietos y también conserven su característica apariencia: blancos con rayitas anaranjadas.
Se sirven en una fuente con unas rodajas de limón y el comensal es libre de ponerle lo que quiera y aunque en Murcia ponemos limón a casi todo, sinceramente creo que añadir algo a estos langostinos es... pecado.