Mermelada de melocotón y limón
Murcia ha sido siempre tierra fecunda en sus vegas y valles para el cultivo de frutales. Durante muchos años, sobre todo de mediados del XX, el cultivo del melocotón tuvo un especial significación en buena parte del territorio murciano, y las conserveras que se fueron extendiendo por centros conserveros como los de Molina de Segura o Alguazas dieron salida a la gran producción de melocotón de la zona que no llegaba a servirse en exportación en fresco, cuando los medios requeridos para esta última no habían llegado.
Hoy día el noroeste de l Región sigue manteniendo unos cultivos destacados de melocotón y nectarina, mientras que las huertas de las vegas media y alta han visto reducida la proporción de cultivos, hoy día más propios del autoconsumo de los propietarios y venta en lonjas para el mercado ambulante.
Y junto al melocotón el limón. Los cítricos de la huerta murciana, especialmente el limón, abundan en el paisaje de la región, y aún hoy el cinturón huertano del municipio de Murcia y sus pedanías todavía mantienen un importante número de hectáreas dedicadas a la producción de limón.
Durante el verano son muchos los hogares murcianos, especialmente los cercanos a las huertas, que pueden disfrutar de gran cantidad de melocotones y limones. Si la fruta abunda pero el tiempo para consumirla en fresco es corto la mermelada siempre ha sido la mejor alternativa para su disfrute. Y nuestra propuesta es combinar las dos frutas.
Ingredientes
Melocotones
Limones
Azúcar
Elaboración
Hacer una buena mermelada es, además de tener un buen producto, mantener las proporciones de azúcar y fruta. En este caso seguiremos la proporción de kilo de fruta por kilo de azúcar, sin añadir en ningún caso agua. Y por el kilo de melocotones incluiremos un limón de tamaño medio.
Pelaremos los melocotones, los trocearemos y echaremos en una olla. El limón, tras lavarlo bien, lo trocearemos entero, sacando las pepitas tan solo, dejándolo fileteado en juliana fina.
Con toda la fruta pelada y en la olla añadiremos el azúcar y empezaremos a hervir. El calor derretirá el azúcar pero también conseguirá que la fruta vaya licuándose y dejando su zumo. A fuego lento dejaremos hervir el tiempo que sea necesario, hasta ver la fruta bien pochada, si queremos mermelada y no confitura sólo tendremos que triturar un poco con máquina tras haber concluido la cocción.
Para envasar la mermelada sólo tenemos que conseguir unos botes de cristal limpios, y si no es mucha la cantidad un film de plástico transparente nos servirá para sellar los botes antes de cerrarlos y no tener que esterilizarlos. El sabor resultante tiene la peculiaridad del ácido del limón, pero no muy acentuado.