Al contrario de lo que ocurre en otras pequeñas poblaciones vecinas, o del resto de la Región, conocemos el origen de Los Martínez del Puerto, un topónimo combinación del apellido de la primera familia propietaria que se estableció en el lugar y la denominación de la ubicación geográfica del enclave.
Se cree que el origen del poblamiento podría estar en un rafal islámico de la zona, conocido como el rahal de Musa Abu Al Karim Al Musalla, lugar de extensas tierras donde se habría practicado el culto islámico. Junto a la constancia de este rafal también se tiene la de una torre fortificada, la de Petrayra o Arráez, en la zona de Casas Merino.
Repartición de tierras
Por las referencias históricas que en el siglo XVI nos da el licenciado Cascales, sabemos que a partir de 1266 el rey Alfonso X hace concesión de tierras en Murcia, tras la reconquista del territorio a los musulmanes, a distintas familias, entre ellas los Galtero, los Riquelme o los Pagan etc. Pero las sucesivas crisis sociales, como la revuelta de los mudéjares, la falta de seguridad en un territorio prelitoral, la no conclusión de las contiendas bélicas, así como las epidemias y catástrofes, no permitirían que la repoblación del campo de Murcia se continuara de manera estable hasta siglos después.
Entre los siglos XV y XVI volverían a hacerse nuevos repartos de tierras, y nuevamente varias familias serían las encargadas de potenciar la repoblación. La familia Pagán, la familia Roldán o la familia Martínez serían algunas de las que recibirían tierras en donadíos, creando muchas veces mayorazgos en distintos señoríos donde la casa blasonada formaba parte del nuevo paisaje, junto a fincas y caseríos.
Según algunos historiadores serían los Martínez los pobladores de un área conocida como Balsa Quebrada Bermeja, en la actual Los Martínez.
Entre el XVII y XVIII se sucederían las nuevas extensiones de terreno roturado y las alianzas entre las grandes familias establecidas en estos lares, los Roda, los Galtero, los Martínez y los González Avellaneda llegarían a unirse en alianzas matrimoniales y crear en Lo Campuzano el Valle de San Juan, en honor al título nobiliario de los Melgarejo, emparentados con los Roda, y primeros condes del Valle de San Juan.
En 1772 Los Martínez pasarían a depender de la administración de Corvera, hasta que en 1785 se reconociera como aldea de realengo con alcalde pedáneo y se enviara a un delegado, Merino, a la pequeña torre vigía de Arráez.
Época contemporánea
Hasta 1892 no tendría Los Martínez del Puerto su propio templo parroquial ya que en cuestiones sacramentales dependía de Corvera, y en 1894 quedaría totalmente independiente de la corvereña, en una población de unos cuatrocientos habitantes. El añadido al topónimo de "del Puerto" (por la cercanía del Puerto de la Cadena) se efectuaría a principios del siglo XX, con el fin de distinguir esta localidad de otras con el mismo nombre en la región.
Del siglo XIX y principios del XX son algunos de los edificios más antiguos de la localidad, destacando el de la finca La Chitina, los molinos de viento, así como la ermita privada de Lo Campuzano, si bien, el emplazamiento de los edificios podría ser muy anterior.