Alerta detectada en Polonia.
El cierre de cremallera hace muy fácil al niño abrir el interior del oso. Las fibras sintéticas de relleno dentro de la estructura podrían asfixiar al niño si lo lleva a la boca; además, puede producirle lesiones al sacar parte del relleno, puesto que puede acceder fácilmente al mecanismo interior, que está sin pulir.
Las autoridades han prohibido la venta de este juguete, además de solicitar su retirada del mercado.
FUENTE: RAPEX - SISTEMA DE ALERTA RÁPIDA PARA PRODUCTOS NO-ALIMENTARIOS