El buceador observa a su alrededor un paisaje que resulta de la combinación de geomorfología, clima, vegetación, fauna y alteraciones, pudiendo ser estas últimas de índole natural o producidas por el hombre.
El paisaje se puede considerar compuesto por distintas unidades paisajísticas agrupadas de forma más o menos heterogénea (figura 1), pero cuyo patrón de distribución es siempre diferente a poco que el buceador se desplace. En cada unidad, fácilmente distinguible de las demás por su diferente apariencia, el relieve o la geomorfología constituye la estructura básica del paisaje sobre la que se asientan los demás componentes del mismo, entre los cuales, son las comunidades de vegetales y animales el elemento más determinante a la hora de caracterizar dicha unidad. La composición y aspecto de las comunidades es a su vez fruto del grado de alteración, natural o antrópica, al que estén sometidas las mismas.
A nivel paisajístico la diferenciación entre ambiente bentónico (fondos) y ambiente pelágico (masa de agua) también es muy marcada (figura 2).
Unidades paisajísticas más significativas
A continuación se describen algunas de las unidades paisajísticas que caracterizan nuestros fondos marinos. En la descripción se comentan los factores ambientales que condicionan la distribución de las mismas, su importancia ecológica, sus amenazas potenciales, que medidas protectoras deberían tomarse para su conservación y la comunidad o comunidades en la que se agrupan sus especies. Se han formado dos grupos, las unidades de los fondos rocosos y las de los fondos arenosos.
Juan Carlos Calvín