El conjunto de organismos vegetales y animales que vive en estrecha relación con los fondos marinos es el que forma el bentos; pudiéndose distinguir entre organismos sésiles (figura 1), que viven fijos al sustrato, y organismos vágiles (figura 2), que lo hacen desplazándose sobre él. A su vez, se puede hablar de organismos epibentónicos, refiriéndose a los que viven encima del sustrato, y endobentónicos, si viven dentro del sustrato.
El bentos constituye uno de los principales componentes de la vida marina, siendo un sistema de características estructurales y funcionales muy diferentes de las del sistema planctónico. Presenta una gran heterogeneidad como consecuencia de los grandes cambios ambientales que se producen en cortos desplazamientos en el eje vertical.
Los organismos bentónicos viven –y por tanto pueden nacer, crecer y reproducirse– en los lugares cuyas condiciones ambientales les son propicias, siendo desplazados, por competencia con especies mejor adaptadas, de aquellas zonas donde dichas condiciones no les son tan favorables.
Esto hace que los podamos utilizar como indicadores de la gradación o variación de los factores físicos, ya que toda variación importante en el conjunto o en alguno de estos factores quedará reflejada por el cambio que se produce en las especies que viven en esas nuevas condiciones ambientales con relación a las de partida.
Juan Carlos Calvín