El edificio del Hospital de San Juan de Dios se halló hasta los años cincuenta del siglo XX en el perímetro del antiguo alcázar medieval de Murcia, el cual, desde finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV, había sido sustituido por otro ubicado en donde hoy se sitúa el edificio Reina Victoria, mandado construir por Enrique III.
El 23 de abril de 1617, bajo el obispado de don Alonso Márquez de Prado, se firmaban las capitulaciones por las que el Ayuntamiento de Murcia y la Catedral, patronos del hospital general, entregaban a los hermanos de San Juan de Dios su administración y gobierno. La orden, por su parte, agregaba los bienes y rentas de su hospitaliilo de convalecencia del Buen Suceso. Así nacía el hospital de Nuestra Señora de Gracia y Buen Suceso, conocido popularmente como Hospital de San Juan de Dios. Se sabe que la Orden de San Juan de Dios se asentó en Murcia ocupando una antigua casa de comedias en el barrio de San Bartolomé previamente cedida por el Concejo hasta la fundación de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia y el Buen Suceso. Se hizo esta fundación, según F. Cascales, en el lugar en donde se levantó la iglesia de Santa María La Real y donde mucho tiempo atrás se halló el monasterio de la Orden del Temple que fundó Jaime I.
A partir de 1730 el lugar fue Hospital General, bajo el patrocinio del Cabildo Eclesiástico y el Concejo de Murcia. Durante la segunda mitad de este siglo se llevaron a cabo las obras de la nueva iglesia puesto que en las Actas Capitulares de Ayuntamiento de Murcia de 19 de enero de 1782 figura un memorial del Prior y Comunidad del Convento-Hospital de San Juan de Dios en que expone se halla ya construida la nueva iglesia y en disposición de poder bendecirla y colocar en ella el Santísimo Sacramento.
Según V. Rosselló y G. Cano, en 1785 el prior obtiene licencia del Concejo para realizar algunas reformas en las fachadas exteriores del hospital que amenazaban ruina, haciendo línea recta en la que daba al Arenal y quitando algunas revueltas de la calle del Tornico (actual San Juan de Dios). A tal fin cedieron sendos trozos en ambos sitios a cambio de otro en la referida calle, como muestra el croquis de Lorenzo Alonso que figura en el acta fechada el 23 de septiembre del año mencionado.
En 1786 la torre de Caramajul, único vestigio que pervivía del antiguo alcázar, fue demolida 'a fuerza de barrenos y de acero', en palabras del canónigo J. A. Lozano, para 'más ensanche de el conbento Hospital de San Juan de Dios'.
Mucho se ha especulado acerca del emplazamiento exacto de dicha Torre, así como de su morfología exacta, a partir de una descripción de Hermosino Parrilla (principios del siglo XVIII), quien decía tenía cinco esquinas. Estas referencias, unidas a observaciones y hallazgos arqueológicos han hecho pensar que aquella imponente torre pudo estar constituida por una planta poligonal, situada en el solar de la actual sede de la Delegación del Gobierno y anteriormente aprovechada como cimiento para el edificio hospitalario.
Antonio Vicente Frey Sánchez
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