Son muchos los que preguntan si debe decirse Molina de Segura o Molina del Segura.
La dependencia de la palabra o preposición "de" indica situación o localidad donde se ubica, en este caso, el pueblo. Hemos de entender que en la ribera del río Segura. Para más claridad, dice el Diccionario de la Real Academia Española en su acepción 8: sirve para determinar o fijar con mayor viveza la aplicación de un nombre apelativo. Dicho a lo llano, indica el lugar donde está situado el nombre. En este caso Molina está ubicada en la zona de Segura, y más concretamente, en la ribera del río Segura. "Del" es una contracción de la preposición "de" y artículo "el", solo aplicable en caso de que la "aplicación" fuese de un sustantivo: Molina del río Segura, Molina del valle del Segura... No es correcto, pues, decir Molina del Segura. Nos falta "algo": el sustantivo río, vega, valle...
¿Desde cuando Molina se llama Molina?
La primera vez que aparece en los escritos antiguos el nombre de una localidad que pudiéramos ubicar en la actual Molina, data del año 896. Fue cuando los omeyas, enfadados por el comportamiento religioso de los musulmanes, que consideraban muy influenciados por las costumbres cristianas deciden darles un escarmiento.
Mas adelante serán los geógrafos al-Udri, 1080 y al-Idrisi, 1154, recogidos por Consuelo Hernández y Carmona, por distintos caminos, llegan a la conclusión que la cita debe completarse distinguiendo a la población como Mulina as Sikka, traducido por Molina de la Calzada.
También, desde la frontera cristiana, se habla de Molina. Cuando el rey Alfonso VI decidió socorrer a la población de Aledo del asedio musulmán, llamó en su ayuda al Cid. Cuando éste llegó a Molina supo que el monarca había partido. Era el año 1096.
Los documentos posteriores citan ordinariamente a Mulina o Molina, hasta la llegada del rey cristiano Alfonso X el Sabio quien en sus escritos la llama Molina Seca, cacofonía o mala traducción fonética del sonido Mulina as Sikka.
Se conservó el apelativo completo en los múltiples documentos reales y particulares de los siglos XIII y XIV. A finales de este siglo Molina pasó a depender de la familia Fajardo, que siempre hablo de mi villa de Molina prescindiendo del apelativo seca
Aun así, el apelativo duró en el tiempo y sin ser del agrado de los molineses (nunca debemos decir molineros), lo que motivó que aprovechando nuevas disposiciones sobre nombres, denominaciones e institución del escudo de la villa, se gestionase, y lograse, la nueva denominación de Molina de Segura, por Decreto del Consejo de Ministros de 27 de junio de 1916.
Antonio de los Reyes