El santuario de la santa cruz levantado en el sigulo XVII, es el corazón de una antigua fortaleza militar. Se halla sobre una colina desde la que se domina la ciudad. El recinto amurallado ha sufrido varias transformaciones desde sus orígenes islámicos entre los siglos X y XI. La muralla cuenta con 14 torreones , siendo el más elevado el conocido como Torre del Homenaje o Torre Chacona. La fortaleza fue restaurada en el siglo XVII. La iglesia de la Santa Cruz se construyó en un estilo herreriano de comienzos del siglo XVII y decorada con un portal barroco de mármol rosa.
El Santuario de la Stma. y Vera Cruz es de traza escurialense, comenzado en 1617 y terminado en 1703. Para su construcción se derribó parte del antiguo edificio medieval, en donde se encontraba la primitiva Capilla de la Vera Cruz. Tiene planta de cruz latina con tres naves longitudinales, al final de las cuales aparece un gran arco escarzano sobre el que se apoya el coro. Sobre las naves laterales hay una tribuna corrida. La capilla mayor tiene dos cuerpos: el presbiterio propiamente dicho y la Capilla de la Aparición, en donde se encuentra la ventana por la que, según la tradición, los ángeles entraron la Stma. Cruz. En los brazos del crucero hay dos retablos barrocos, uno de la Virgen de la Encarnación y otro de San Lázaro. A ambos lados del presbiterio se disponen dos salas, la del lado de la Epístola, sacristía vieja, en la actualidad Capilla de la Vera Cruz, que anteriormente albergaba el Museo de Orfebrería y Arte Sacro, y la del lado del Evangelio, que cumple las funciones de Sacristía. La fachada principal, construida en las tres primeras décadas del siglo XVIII, es una de una muestra genuina del barroco regional murciano. Consta de dos cuerpos, separados los dos primeros por un entablamento cuya cornisa queda quebrada para albergar un escudo real.
Realza la fachada la policromía conseguida por el material empleado, mezclando jaspes de tonos rojos y grises. Adosado a la parte norte del Santuario, se halla un claustro de dos plantas, que forma parte de la denominada Casa del Capellán, recientemente rehabilitada.
El Santuario de la Stma. y Vera Cruz es de traza escurialense, comenzado en 1617 y concluido en 1703. Para su construcción se derribó parte del antiguo edificio medieval, en donde se encontraba la primitiva Capilla de la Vera Cruz. Tiene planta de cruz latina con tres naves longitudinales, al final de las cuales aparece un gran arco escarzano sobre el que se apoya el coro. Sobre las naves laterales hay una tribuna corrida. La capilla mayor tiene dos cuerpos: el presbiterio propiamente dicho y la Capilla de la Aparición, en donde se encuentra la ventana por la que, según la tradición, los ángeles entraron la Stma. Cruz. En los brazos del crucero hay dos retablos barrocos, uno de la Virgen de la Encarnación y otro de San Lázaro. A ambos lados del presbiterio se disponen dos salas, la del lado de la Epístola, sacristía vieja, en la actualidad Capilla de la Vera Cruz, que anteriormente albergaba el Museo de Orfebrería y Arte Sacro, y la del lado del Evangelio, que cumple las funciones de Sacristía. La fachada principal, construida en las tres primeras décadas del siglo XVIII, es una de una muestra genuina del barroco regional murciano. Consta de dos cuerpos, separados los dos primeros por un entablamento cuya cornisa queda quebrada para albergar un escudo real.
Realza la fachada la policromía conseguida por el material empleado, mezclando jaspes de tonos rojos y grises. Adosado a la parte norte del Santuario, se halla un claustro de dos plantas, que forma parte de la denominada Casa del Capellán, recientemente rehabilitada.
El Santuario de la Stma. y Vera Cruz es de traza escurialense, comenzado en 1617 y terminado en 1703. Para su construcción se derribó parte del antiguo edificio medieval, en donde se encontraba la primitiva Capilla de la Vera Cruz. Tiene planta de cruz latina con tres naves longitudinales, al final de las cuales aparece un gran arco escarzano sobre el que se apoya el coro. Sobre las naves laterales hay una tribuna corrida. La capilla mayor tiene dos cuerpos: el presbiterio propiamente dicho y la Capilla de la Aparición, en donde se encuentra la ventana por la que, según la tradición, los ángeles entraron la Stma. Cruz. En los brazos del crucero hay dos retablos barrocos, uno de la Virgen de la Encarnación y otro de San Lázaro. A ambos lados del presbiterio se disponen dos salas, la del lado de la Epístola, sacristía vieja, en la actualidad Capilla de la Vera Cruz, que anteriormente albergaba el Museo de Orfebrería y Arte Sacro, y la del lado del Evangelio, que cumple las funciones de Sacristía. La fachada principal, construida en las tres primeras décadas del siglo XVIII, es una de una muestra genuina del barroco regional murciano. Consta de dos cuerpos, separados los dos primeros por un entablamento cuya cornisa queda quebrada para albergar un escudo real.
Realza la fachada la policromía conseguida por el material empleado, mezclando jaspes de tonos rojos y grises. Adosado a la parte norte del Santuario, se halla un claustro de dos plantas, que forma parte de la denominada Casa del Capellán, recientemente rehabilitada.
El Santuario de la Stma. y Vera Cruz es de traza escurialense, comenzado en 1617 y concluido en 1703. Para su construcción se derribó parte del antiguo edificio medieval, en donde se encontraba la primitiva Capilla de la Vera Cruz. Tiene planta de cruz latina con tres naves longitudinales, al final de las cuales aparece un gran arco escarzano sobre el que se apoya el coro. Sobre las naves laterales hay una tribuna corrida. La capilla mayor tiene dos cuerpos: el presbiterio propiamente dicho y la Capilla de la Aparición, en donde se encuentra la ventana por la que, según la tradición, los ángeles entraron la Stma. Cruz. En los brazos del crucero hay dos retablos barrocos, uno de la Virgen de la Encarnación y otro de San Lázaro. A ambos lados del presbiterio se disponen dos salas, la del lado de la Epístola, sacristía vieja, en la actualidad Capilla de la Vera Cruz, que anteriormente albergaba el Museo de Orfebrería y Arte Sacro, y la del lado del Evangelio, que cumple las funciones de Sacristía. La fachada principal, construida en las tres primeras décadas del siglo XVIII, es una de una muestra genuina del barroco regional murciano. Consta de dos cuerpos, separados los dos primeros por un entablamento cuya cornisa queda quebrada para albergar un escudo real.
Realza la fachada la policromía conseguida por el material empleado, mezclando jaspes de tonos rojos y grises. Adosado a la parte norte del Santuario, se halla un claustro de dos plantas, que forma parte de la denominada Casa del Capellán, recientemente rehabilitada.
