Free cookie consent management tool by TermsFeed Contexto Histórico - Región de Murcia Digital

Contexto Histórico

Reyes Católicos
Reyes Católicos

Una nueva época

La época de la reina Isabel supone el paso de una época a otra. Basta con señalar que se culminó el proceso de la Reconquista; una reconquista que duraba ochocientos años y que sirvió como motor político y social para la Península durante toda la Edad Media. Así, la Reconquista fue en sí un eje director hacía donde confluyó la historia de la Península, y sobre todo de Castilla y Aragón, como un hecho histórico importantísimo para la historia de España. Culminación, pues, de la Reconquista; liquidación de la relación entre el Islam y la Cristiandad en la Península; la integración de los reinos y señoríos señalados y la conversión de los musulmanes a la religión católica como medida para consolidar este fenómeno.

Así pues, una vez liquidada la secular introspección ¿sobre todo castellana¿, se inició un proceso de proyección hacia el exterior. Esta proyección llevó en primer lugar, naturalmente, a observar el hecho de la guerra de Granada, que a su vez supuso la organización de un ejército nuevo. El ejército que surgió después de 1492 era un ejército moderno. Desde 1482 había estado declarada la guerra con Granada; guerra que había sido muy popular en el sentido de la composición y participación de las campañas por espingarderos, lanceros y ballesteros requeridos por los Reyes Católicos a toda la geografía española a través de la Hermandad. Así, el ejército fue un elemento de defensa y ataque que pudo combatir a Francia para la recuperación del Rosellón y la Cerdaña.

Otro aspecto que conviene reseñar en la política exterior fueron las estupendas relaciones con Europa: con los Estados Papales, con el Sacro Imperio Romano Germánico y con Inglaterra. Esta proyección al exterior se materializó también con la política matrimonial que efectuaron y que en ocasiones los impedimentos naturales impidieron la materialización de algunos proyectos.

Un Nuevo Mundo

A todo esto le unimos el descubrimiento del Nuevo Mundo, es decir, de la incorporación a la realidad del Viejo Mundo. Este fenómeno fue, sin lugar a dudas, un ¿shock¿ tremendo para todos los gobernantes del momento porque les rompió los esquemas del ¿Sistema-Mundo¿ hasta entonces existente. Por otro lado, la reina Isabel tuvo un fuerte protagonismo en este proceso como fue el de la protección de los indios americanos: esos indios eran vasallos directos de la reina y gozaban de su protección; no tenían posibilidad de convertirlos en esclavos y sí en convertirlos en cristianos.

Este último aspecto del trato a los indios poco tiene que ver con el título que el Papa Alejandro VI otorgó a los Reyes Isabel y Fernando de ¿Reyes Católicos¿. En realidad fue una forma de ponerse al mismo nivel que la monarquía francesa, que desde tiempo de los Merovingios tenía el título de ¿Cristiana¿ o ¿Cristianísima¿. La relación de los Reyes Católicos con respecto al pontificado de Alejandro VI fue tan importante y trascendental como lo demuestra el hecho de que fuera él quien delimitó las áreas de influencia de Portugal y Castilla para la exploración y ocupación de nuevas tierras descubiertas: fueron los acuerdos de Tordesillas (1494) y sus cien leguas desde la isla de Hierro, luego más tarde corregido.