Free cookie consent management tool by TermsFeed Época Romana. Recursos Didácticos - Vías de Comunicación - Región de Murcia Digital
PATRIMONIO

Época Romana

Vías de Comunicación

Mapa de los yacimientos ibéricos de la Región
Mapa de los yacimientos ibéricos de la Región

  Características generales

  Las vías de comunicación fueron una de las obras públicas desarrolladas por el Imperio. Su finalidad era doble: por un lado militar, ya que facilitaban el traslado de las legiones, por otro, económico, porque facilitaban el comercio. La red de vías públicas provinciales fue encomendada a los gobernadores de las provincias, los cuales delegarían su construcción y mantenimiento. El dinero para financiar las construcciones sería proporcionado por el aerarium y el fiscos, aunque los emperadores, conscientes de la importancia de mantener una red viaria y en buen estado, pusieron al servicio de los gobernadores al ejército e implicaron a municipios, comunidades y particulares en los trabajos viarios.

  Técnicas constructivas

  Los métodos de construcción de una vía romana pueden resumirse en tres: a) el más perfeccionado utilizaba una sucesión de capas o statumen (piedras de regular tamaño unidas con mortero o con piedra), rudus (cantos rodados y cascotes), nucleus (mortero de hormigón y ladrillo) y summa cresta compuesta por pequeños guijarros. Su coste, así como las dificultades inherentes a su mantenimiento restringieron su existencia a las vías principales de la Península Ibérica. b) La solución más frecuente era aquella que presentaba un levante de tierra y piedra de altura variable (agger), en cuya parte superior se colocaban los guijarros. A ambos lados, sendas fossae o cunetas facilitaban el drenaje. c) Por último, las viae terrenae eran un apisonamiento del terreno con algún componente de piedra. Probablemente, de este tipo serían las vías que llegaban hasta Fortuna.Vista en 3D del exterior de la Hospedería

  Vías de comunicación en Fortuna

  Aunque no se han localizado restos de caminos o calzadas de época romana en Fortuna o su entorno si se conoce aproximadamente su trazado. El Balneario Romano está emplazado equidistantemente de dos núcleos de población: Carthago Nova (Caragena) e Ilici (Elche), a las cuales estaría unida por medio de dos vías secundarias. De Carthago Nova partía una vía que llegaba hasta el Puerto de la Cadena, cruzándolo a través del Puerto del Garruchal, por la vereda de los villares, camino que aparece citado en documentos del siglo XIII y junto a la cual se ha localizado un yacimiento ibero-romano. Atravesaría el Segura en dirección a Cieza y a las tierras del interior de la Meseta; probablemente a la altura de Monteagudo, donde se excavó un cruce de vías, partiría un ramal que llegaría hasta Fortuna, atravesando Abanilla hasta Elche, conectando de este modo esta localidad con el interior peninsular.

  Alojamientos

  Las vías romanas estaban jalonadas de hospederías, las mansio; eran albergues, lugares de descanso para reponer alimentos, animales y pasar la noche. Estaban situadas a intervalos regulares (la distancia que una persona puede recorrer a pie en un día), e incluso servía para medir la distancia entre ciudades. De hecho, los mapas que se han conservado de época romana son, en ocasiones, listados de mansio y centros urbanos situados en las inmediaciones de un camino. Generalmente tenían una estructura similar: un gran patio central, en torno al cual se distribuían las habitaciones y los espacios comunes.

  El edificio junto al Santuario de las Aguas de Fortuna fue interpretado en principio como una mansio; situado junto a un camino, con patio central, habitaciones en torno a él y gran cantidad de fragmentos de cerámica de vajilla de mesa y lucernas. Sin embargo, las reducidas dimensiones de ésta, junto con la mala calidad de los materiales y alzados, induce a pensar que se trata de un edificio, destinado a alojar a los obreros que intervinieron en la construcción del complejo.

Vista 3D del interior de la Hospedería
Vista 3D del interior de la Hospedería