Los materiales conservados del yacimiento ibérico del Castillejo de los Baños proceden, en su mayoría, de la excavación de la necrópolis, a excepción de los recogidos por Augusto Fernández de Avilés en una prospección de superficie efectuada en la década de los años 30' del siglo pasado. En las campañas de excavación efectuadas en 1986 y 2005 se han encontrado un total de 43 tumbas, en las que se ha recuperado una gran variedad de piezas, cerámicas y metálicas.
Las cerámicas son, en su mayoría, producciones locales, de pasta rosácea y depurada con decoración de motivos geométricos en diferentes tonalidades de granate; son en su mayoría formas pertenecientes a la vajilla de mesa (platos o cuencos) que, en ocasiones, imitan las producciones griegas. Las cerámicas importadas, que llegaban al poblado a través de una vía de comunicación que comunicaba el litoral con la Vega Media del río Segura, son otra de las producciones bien representadas en la cultura material del Castillejo de los Baños; la mayoría de los ajuares son muy ricos en cerámicas griegas de figuras rojas y de barniz negro del último cuarto del siglo V a.C. y primeras décadas del siglo IV a.C. Se han producido hallazgos de estos materiales en casi el 50 por ciento de las tumbas, lo que determina un alto índice de importaciones y, por tanto, accesibilidad a una vía de comunicación.
Junto con los materiales procedentes de la Necrópolis se conoce, gracias a las prospecciones, los del poblado del Castillejo; destacan las cerámicas de almacenamiento (ánforas), cerámicas de cocina (ollas), vajilla de mesa (cuencos, platos). El segundo grupo de objetos, por número de piezas recuperadas, son los elementos métalicos, tanto de adornos (hebillas, fíbulas) como los pertenecientes a la panoplia del guerrero (falcatas, puntas de lanza, manillas de escudo).