La necrópolis
La necrópolis se caracteriza por ser bastante uniforme. En ella sólo se ha documentado un nivel de enterramiento; la mayor densidad de tumbas se localiza hacia el Sureste y, en menor cantidad, hacia el Oeste y Norte del área excavada. Nos encontramos ante una necrópolis en extensión. Se trata de un dato significativo, ya que con estas características, en nuestra Región sólo contamos con la necrópolis de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla). Quizás pertenecía a una élite, que se enterró en fosas con forma de lingote chipriota. La mayoría de las tumbas con esta forma contenían en su interior cerámicas de importación (15 de las 18), lo que documenta su alto poder adquisitivo.
Se caracterizan, además, por el gran tamaño de la mismas y su cuidada elaboración, con revoques o enlucido de las paredes, colocación de adobes y/o grandes piedras en la fosa, cubrición con un barro verdoso diferente al de la zona y colocación del ajuar muy profundo y con gran abundancia de elementos de prestigio, presentes en varias tumbas como una rueda de carro, calderos de bronce, cerámica de importación, una espada de frontón..., etc.
Tipología de las tumbas
De las 43 sepulturas exhumadas destaca la ausencia de fosas con cubrición de encachado tumular de piedra y, por lo tanto, de los elementos escultóricos que los coronarían, en particular, los "pilares-estela", tan abundantes en otros yacimientos de la Región de Murcia. Las fosas que se conservaron intactas en el momento de la excavación estaban selladas con una capa de barro verdoso de unos 20 centímetros de grosor, que serviría de protección. Las cenizas, carbones, huesos calcinados y el ajuar funerario se encontraban en el fondo de las mismas, algunas a gran profundidad.
En cuanto a su tipología formal podemos distinguir tres modelos de fosa, aunque con pequeñas variantes: rectangulares, ovales y en forma de lingote chipriota, o de piel de toro con ángulos redondeados. Este último tipo es la primera vez que lo documentamos en necrópolis ibéricas de la Región, aunque sí hay paralelos en el Sur de Albacete (Villares y Pozo Moro) y en Granada (Baza). Las fosas se orientan básicamente en dirección Noreste-Suroeste, algunas de las cuales estaban enlucidas y revocadas en blanco.
Los ajuares
Los ajuares estaban dispersos en el interior de la tumba (en 16 tumbas) aunque en 9 de ellas éstos se concentraban únicamente en una parte de la fosa, dejando el resto del espacio libre para la colocación de las cenizas. En tres de las tumbas excavadas no había ajuar funerario de ningún tipo. Diez de los 43 enterramientos excavados presentaban urna cineraria. La mayoría del ajuar cerámico está compuesto vajilla de mesa con varios modelos de copa (principalmente Skyphoi, Kylikes y Kylix-Skyphoi ) y todo tipo de platos, fuentes y páteras de las producciones de barniz negro atenienses. Por último, es muy significativa la riqueza de la panoplia exhumada con 59 objetos, de los que destacan: 14 falcatas (espadas curvas, con filo dorsal), 15 lanzas, 7 caetrae (escudos) y 9 soliferrea (lanzas fabricadas enteramente en hierro).
Es difícil precisar, a partir del número de tumbas, los habitantes del poblado; en primer lugar, los enterramientos pertenecen a un amplio período de tiempo; por otra parte, no se conocen con exactitud los límites originales de la necrópolis, que ha estado sometida a roturaciones agrícolas y, por último, no todos los individuos eran enterrados, por lo que resulta aventurado lanzar una hipótesis sobre la población del Castillejo de los Baños, al menos hasta que se excave el poblado en extensión.