Advierten al consumidor de los riesgos que conlleva un uso incorrecto.
Algunos productos de limpieza de uso común en los hogares contienen productos químicos que pueden resultar peligrosos o tóxicos, y si se utilizan de manera inadecuada causan efectos nocivos sobre la salud humana o sobre el medio ambiente.
En su etiquetado, de acuerdo con el Real Decreto 255/2003, por el que se regula la clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos y con la Nota Técnica de Prevención nº 635 (NTP 635) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, encontramos una serie de símbolos o pictogramas que adviertan al consumidor de los riesgos que conlleva un uso incorrecto.
Según sus propiedades fisicoquímicas, tenemos productos:
En determinadas condiciones (por efecto del calor, en contacto con otros productos, por rozamientos o choques) pueden explotar.
Son explosivos los aerosoles de todo tipo (lacas, desodorantes, etc.); incluso cuando están vacíos pueden explotar por encima de 50º C.
Precauciones: Nunca se deben almacenar en lugares con altas temperaturas, hay que evitar golpearlos y situarlos cerca de fuentes de calor: rayos solares, calefacción, lámparas.
Son productos ricos en oxígeno que en contacto con otras sustancias (sobre todo con aquellas inflamables) producen una reacción fuertemente exotérmica.
Se clasifican como comburentes todos aquellos desinfectantes que contienen peróxidos, como al ácido peracético.
Precauciones: Se deben almacenar alejados de otros productos químicos, en especial de los inflamables.
Son aquellos que arden fácilmente bajo la acción de una fuente de energía (llama, chispa, fuente de calor, etc.), incluso por debajo de 0º C.
Productos inflamables son el alcohol, el metanol, la trementina y la esencia de trementina, la acetona, los disolventes de pintura, las pinturas en aerosol y metálicas, los desheladores de cristales, las colas, los purificadores de aire, etc.
Precauciones: Se deben almacenar en lugares bien ventilados, evitar las fuentes de calor y no fumar. Conviene utilizarlos cerca de un extintor y no llevar ropas de nylon o que ardan con facilidad. Es necesario guardar estos productos inflamables separados de los comburentes, para evitar que reaccionen entre ellos, y mantenerlos fuera del alcance de los niños.