Los Ministerios de Sanidad y Consumo, Ciencia y Tecnología e Interior, junto con todos los operadores de telefonía móvil y los fabricantes de terminales extendieron en su momento a todo el territorio nacional las soluciones técnicas desarrolladas para imposibilitar el uso de terminales móviles robados. Esta iniciativa pretende desincentivar la sustracción de móviles, ya que el terminal dejará de tener valor si se bloquea.
En caso de robo de un teléfono móvil, el cliente debe informar del hecho lo antes posible a su compañía telefónica; ésta suspenderá inmediatamente la línea y comenzará el bloqueo del terminal. Para ello se hace necesario facilitar a las operadoras el número IMEI (número de identificación del terminal, similar al número de bastidor de los vehículos), por lo que es aconsejable obtenerlo y guardarlo en un lugar seguro. El bloqueo tendrá efecto en un plazo máximo de 72 horas.