Antonio Gálvez Arce, más conocido por Antonete, nació en Torreagüera el 29 de julio de 1819, en el seno de una familia de trabajadores, reinando por entonces Fernando VII.
La figura de Antonete destaca cuando la Reina Isabel II pierde el trono y comienzan las componendas de Gobierno provisional, de Amadeo de Saboya, y, por fin, de la I República Española. Pero Gálvez no quería la consecución de un gobierno liberal con corona, quería una república federal, con administración aparte de cada región (el cantonalismo).
No es un idealista, es un realizador activo de sus sueños y empleó su vida en ello. Antonete vivió siempre en un medio rural y huertano. A los veinticuatro años se casa con su prima hermana María Dolores Arce, con la que tuvo seis hijos. Tras la batida del Batallón de Reus, Gálvez escapa hacia Orán. El pronunciamiento cantonalista murciano, después sólo cartagenero, tiene lugar entre los años 1873-74. En enero de 1874, el general López Domínguez entra con sus tropas en Cartagena y acaba con el sueño de un puñado de liberales extremados.
La actividad de Antonete es múltiple. Su generosidad le lleva a arriesgar su vida auxiliando en el año 54 a los afectados por el cólera morbo, lo que le valdría la Cruz de la Beneficencia y el reconocimiento público. Representó a Murcia en la Asamblea Federal de Córdoba en 1869.
Animador de la vida política de la época, cultivó amistades dispares, como Pi y Margall o Cánovas del Castillo. Muere en su casa del Huerto de San Blas el 27 de diciembre de 1898.