Su vida y actividad profesional corrieron paralelas a la de los artistas españoles de la primera generación plenamente clásica, nacidos casi todos hacia 1490, como Pedro Machuca (1550), Alonso Berruguete (1561), Diego de Siloe (1563) y Alonso de Covarrubias (1570). El apellido es un patronímico, derivado del pueblo del mismo nombre que está situado en Cantabria, en las proximidades de Caldas de Besaya.

Se sabe que colaboró con numerosos canteros trasmeranos o de localidades montañesas próximas a ese lugar, lo que podría ser un índice en favor de la hipótesis del historiador La Riva quien afirma que en su tiempo le llamaban "el montañés". Probablemente descendió al sur y acudió a Granada como ayudante de Vigarny, con quien colaboraría en el retablo de la Capilla Real y más tarde en la sillería de la Catedral de Jaén.

Más tarde, en 1524, todavía en Jaen, trabajó y colaboró con Juan López de Velasco en el banco del Retablo de la Catedral y en la Sillería del Coro de  la citada catedral andaluza. En estos años comenzó a formarse como escultor realizando encargos dentro de este género, tal vez en Granada y en Jaén.

Cuando se casó con Isabel de Mercado, hacia 1525, tal y como escribe en su testamento, poseía tracas, modelos y libros e herramientas tasados en treinta ducados. Tenía por tanto, los objetos propios del arquitecto preparado y capaz de proyectar, modelos y trazas para copiar o adaptar, libros donde se contenía el pensamiento teórico y herramientas de cantero y escultor.

Hay que considerar la posibilidad de que Jerónimo Quijano completara su formación durante un viaje a Italia. Los textos escritos no recogen ninguna noticia al respecto, sin embargo, algunos aspectos de su obra arquitectónica están tan próximos a Bramante, y en la escultura recoge tantos rasgos de la escuela florentina del último tercio del siglo XV, que parece imposible atribuir esa identidad a la copia de dibujos o a una información verbal. Después de llegar a Murcia, compró una casa en las proximidades de la Catedral (en la colación de Santa María), vivienda que más tarde amplió. Adquirió numerosas tierras repartidas en distintos lugares de la huerta, y otra Casa-Palacio en Alguazas, frente a la iglesia, que reedificó y en la cual residía parte del año. En Murcia, trabaja primero bajo las órdenes de Jacobo Florentín, y cuando este muere, es nombrado maestro mayor de la Diócesis.

Realiza en la Catedral y bajo este cargo la Capilla de la Encarnación, la Capilla de los Junterones, la Portada de la Antesacristía y el segundo cuerpo de la Torre de la Catedral.

Ademas ejecutó otras obras importantes como la cabecera de Santa María de Chinchillas, la portada de la sacristía y las ventanas de la sala Capitular de Santiago de Villena. También colabora en otros proyectos como La Colegiata de San Patricio en Lorca (1534), en la Iglesia del Salvador de Caravaca (1536), San Juan Bautista de Albacete o la Iglesia de Santiago de Jumilla. Junto a estas grandes obras intervino en otras menor rango como la Iglesia de la Concepci&oacu