Descripción arquitectónica del Monasterio de los Jerónimos

El Monasterio se desarrolla en torno al claustro, en cuyo lado noroeste se encuentra la iglesia. Por el suroeste parte un ala de dimensiones similares a las que conforman el claustro, que, en su origen, habría de formar parte de un segundo claustro que, como se ha comentado anteriormente, no llegó a ejecutarse, pues no se construyeron sus crujías noroeste y suroeste.

En el extremo suroeste del ala mencionada está adosado el antiguo convento de las Esclavas de Cristo Rey, con el que mantiene aún conexiones en todas las plantas, dado que, hasta hace pocos años, han sido utilizados de forma conjunta. En los años 70 se adosó a esta misma ala suroeste un salón de reuniones realizado con materiales similares, aunque de escaso valor.

El conjunto cuenta con tres plantas, y un pequeño semisótano, quedando la planta tercera con anchuras a crujía menores que en las plantas restantes, por estar retranqueada respecto del claustro. En los encuentros de las distintas alas entre si aparecen unos torreones que rematan la fachada.

La iglesia se configura sobre la base de una planta basílica de tres naves con cuatro tramos, precedidos de un nártex. Sobre el primero de los tramos se sustentan dos torres gemelas, cada una de las cuales aparece dividida horizontalmente en dos cuerpos de planta cuadrada y un tercero, que presenta menor altura, de planta octogonal con contrafuertes y cubierta cupuliforme.

El crucero esta cubierto por una cúpula octagonal sobre tambor, con ventanas entre pilastras y rematada por una linterna rodeada de pilastras de sección semicircular. Sobre las capillas existentes en la cabecera se encuentran sendos torreones que aportan dinamismo al conjunto.