Antes de 1468 ya existía una pequeña edificación de una sola nave, con cubierta de madera que fue ampliándose sucesivamente. Pero ante el aumento demográfico experimentado en el siglo XVI el Concejo proyectó una edificación monumental de planta basilical, abovedada sobre enormes columnas toscanas. Sin embargo distintos maestros modificaron la planta, dándole cierto aire de cruz latina, a la que falta un tercio en la parte del Coro, ya que el Real Consejo de Órdenes mandó paralizar las obras, observándose en el exterior la zona inconclusa.
Del proyecto inicial es la Capilla Mayor donde destaca el Arco de Casetones, obra del arquitecto Francesco Florentino. La torre se edificó entre 1930 y 1932, ya que la antigua se arruinó a finales del XIX.
Tras la Guerra Civil se realizaron obras de restauración; el recinto fue ornamentado decorando paredes simulando sillares, pintando la del fondo del Presbiterio, Coro, así como las columnas. El transcurso de los años y la humedad en la zona Oeste deterioraron notablemente el templo, cerrándose al culto en 1996.
Dos años después comenzarían nuevas obras de restauración, eliminando pinturas anteriores y el estuco que cubría las columnas; se abren dos nuevas ventanas, reformando la Puerta Norte y el Baptisterio, ensalzando la decoración de las bóvedas.
Llama la atención el trabajo de la pared al fondo del Presbiterio, realizada en un panel superpuesto sobre la anterior y, que trata de imitar el antiguo Retablo Mayor.