La Catedral de Santa María es una pieza clave del barroco español, cuya historia sigue los avatares propios de la Murcia de aquellos siglos. Se trata del edificio monumental más importante de la capital y es un compendio de todos los estilos artísticos que se suceden desde el comienzo de su construcción –finales del siglo XIV– hasta la finalización de su impresionante fachada barroca en 1751.
En su construcción participaron arquitectos y artistas tan importantes como Diego Sánchez de Almansa (siglo XV), Francisco y Jacobo Florentino (siglo XVI), Jerónimo Quijano (siglo XVI) o Jaime Bort (siglo XVIII).
Merece mención destacada, dentro del conjunto catedralicio, la Torre, con entidad y características propias, que sustituyó a la antigua torre medieval, demolida a principios del siglo XVI para construir la portada de la Cruz y la torre renacentista. Otro aspecto sobresaliente de esta monumental construcción son sus capillas, de excepcional belleza, entre las que sobresalen la de los Vélez y la de Junterones, así como sus puertas laterales –de los Apóstoles o de las Cadenas– y la Sacristía y Antesacristía. Cabe destacar, por su extraordinariamente rica talla la Sillería de la Catedral de estilo plateresco avanzado.