Se trata de un gran edificio de espectáculos -descubierto de forma casual en 1987- , con un aforo estimado en unas 6.000 personas, construido en la ladera del espolón del monte Concepción (Mons Esculapio), aprovechando el desnivel para tallar gran parte de la cavea en la roca, lo que se ajustaba a las normas que para este tipo de edificaciones fijó el arquitecto Vitrubio y que consistían en la elección de un terreno situado en la ladera de un monte, con orientación hacia el norte y protegido de los vientos del sur.
Previamente a su construcción, la zona estaba ocupada (siglo I a.C.) por un barrio de casas señoriales de alta calidad, algo que podemos descubrir al observar los niveles inferiores en la muralla bizantina, que debieron ser desmanteladas, expropiadas o cedidas por sus propietarios para la construcción del espacio escénico.