Molinos Hidráulicos

Son los característicos de la Huerta de Murcia, así como de las riberas de arroyos y canalizaciones de agua. Existen dos tipos de estos molinos: los denominados de rodezno, en referencia a que la rueda con la que se muele se encuentra en posición horizontal y los llamados aceñas, donde la rueda aparece en vertical.

Aprovechan la fuerza del agua para mover las ruedas y hacer posible la molienda. La rueda podía estar sumergida en el agua o recibir la corriente de agua y mover las palas preparadas para este fin.

En cada zona estos molinos variaban según el curso hidrológico y geográfico adecuándose la estructura técnica y el molino a las exigencias del terreno. En aquellos lugares con escasez de caudales hídricos se recurría a la realización de presas, represas o casacadas artificiales.

Molinos de Viento

Parece ser que los primeros molinos de viento murcianos aparecen en la Cartagena del sigllo XVI, ciudad donde actualmente una plaza ostenta el nombre de estas construcciones.

Son típicos del Campo de Cartagena, donde eran utilizados para diversos cometidos: los había harineros, salineros, esparteros y para elevar el agua. El funcionamiento de todos ellos, aunque con variaciones, era parecido, lo que les diferenciaba era su uso. Los primeros, como su propio nombre indica, servían para moler el grano y utilizarlo posteriormente como harina.

En otros casos se construyeron molinos por la necesidad de conseguir agua, que se encontraba a mucha profundidad. Por ello, gracias a la propulsión que el viento proporcionaba se lograba este objetivo.

Los molinos relacionados con las salinas los podemos encontrar en San Pedro del Pinatar, donde se utilizaban, aprovechando la fuerza del mar, para poder llevar el agua a las balsas, donde posteriormente se pudiera almacenar el agua para desecarla y obtener sal.

Por último, encontramos también molinos esparteros, que tenían la misma estructura que los harineros, con la salvedad que se habían modificado para poder picar el esparto. Se les quitó las ruedas y se les puso batanes (que funcionaban como martillos) para poder tratar la planta. Otra particularidad de los molinos de nuestra Región es que se solían utilizar muchas más veces para bombear agua que para moler, cosa que no sucede con los de otras latitudes.