Cronología
Aunque la fase ibérica destaca considerablemente dentro de los periodos de utilización del yacimiento, las excepcionales condiciones del lugar en cuanto a recursos y control geoestratégico, han motivado la presencia humana en el mismo desde épocas muy antiguas.
Los primeros testimonios de ocupación nos vienen dados por los restos de época epipaleolítica que se extienden a lo largo de una pequeña solana de la ladera este del Cerro del Maestre. El área de poblamiento eneolítico parece muy extensa, localizándose materiales tanto en los niveles inferiores del poblado como bajo el nivel de sepulturas de la necrópolis de la Senda. La presencia de una cueva con un enterramiento colectivo, aun intacto, de este mismo momento, completa este panorama.
Aunque no tenemos testimonios para las fases plenas de la Edad del Bronce, un poblado del Bronce Final se extiende bajo el poblado ibérico, alcanzando la necrópolis, del Poblado, donde ha podido identificarse una posible muralla de cierre de esta época. Para estos momentos preibéricos habría que señalar la presencia de sepulturas cuadrangulares y circulares en la denominada necrópolis del Collado y Pinar, y en la Hoya de Santa Ana, frente a un área de poblado de cronología similar (s. VII-VI a.C.) que ocupa la vertiente este del Cerro del Maestre.