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El Puerto de Cartagena fue deseado y codiciado desde la antigüedad y a lo largo de su historia, por las numerosas civilizaciones que por él pasaron, otorgándole a la ciudad el carácter cosmopolita que aún conserva. Ha contado, por obra y gracia de la naturaleza, con una bahía con ensenadas bien protegidas y comunicada con un estero, ajustándose con perfección al modelo de puerto fenicio, con bocana estrecha, dársena comercial y puerto militar amurallado y camuflado.
Ha sido testigo y protagonista de sucesos trascendentales en la historia, desde las primeras civilizaciones hasta hechos más cercanos tales como la Insurrección Cantonal de 1873 y la salida de la escuadra española hacia Cuba en 1898. Alfonso XIII dejó España en 1931 siendo Cartagena la última ciudad española en la que estuvo antes de embarcar en la Fragata "Asturias" para dirigirse hacia su exilio, volviendo sus restos mortales en 1981 de nuevo a esta ciudad que le despidió años atrás.
En su condición de Base Naval Republicana durante la Guerra Civil española, Cartagena estuvo siempre presente y en numerosas ocasiones como protagonista en la historia de España.
Entre las más antiguas referencias al puerto de Cartagena se encuentra una descripción griega de la costa datada en el siglo VI a.C. en la que aparece la ciudad de Mastia, siendo denominado el puerto "Namnatius Portus". Otras referencias destacables del puerto son el monumentos a los Héroes de Cavite y el Submarino Peral.
El Puerto de Cartagena se prepara para afrontar el siglo XXI con importantes retos entre los que destacan la consolidación como puerto industrial de primer orden, el aumento del tráfico de mercancía general y el afianzamiento como destino de cruceros turísticos.
Cuenta con dos dársenas independientes que permiten, desde hace unos años, que los tráficos se dividan en dos grupos, tráficos limpios -aquellos que no perturban el ambiente urbano, localizados en la dársena de Cartagena, con el Puerto Deportivo, Muelle Alfonso XII, destinado al tráfico de pasajeros y turistas y la dársena pesquera, con el Muelle de Santa y el Muelle de San Pedro, y tráficos sucios, es decir, todos aquellos que pueden ser molestos, peligrosos o contaminantes, situados la dársena de Escombreras.
