La pedanía de Fuente del Pino homenajea a su Patrona la Virgen del Rosario a finales de mayo con tres intensos días de fiesta, donde conviven los actos religiosos con las actividades puramente festivas, suponiendo unas celebraciones que atraen cada año a más visitantes.
Cabalgata de Papá Noel
Otra de las fiestas destacadas es la Cabalgata de Papá Noel la noche del 24 de diciembre, cuando muchas familias con niños pequeños se desplazan hasta Fuente del Pino a pasar las Navidades.
La Asociación de Vecinos decidió celebrar esas fechas tan especiales para los más pequeños poniendo en marcha el día 24 de diciembre una Cabalgata con Papá Noel y sus ayudantes, repartiendo juguetes y regalos a todos. A cambio, los vecinos obsequian a los participantes en la cabalgata con dulces y licores típicos de la zona.
Festividades rescatadas del pasado
La pedanía de Fuente del Pino ha sido tradicionalmente una zona de descanso estival para residentes, tanto del Altiplano como de fuera de la Región de Murcia.
Al terminar el verano, los vecinos acostumbraban a despedirse con una cena, ya que muchos no volverían a verse hasta el año siguiente. Hace unos años, esta tradición se consolidó como Fiesta del Verano y con una cena de hermandad se pone fin a las vacaciones.
Una buena causa siempre es motivo de fiesta
En varias ocasiones los lugareños han aprovechado el fin de semana para repoblar algunas zonas del monte y la Asociación de Vecinos ha organizado un almuerzo campero.
Actualmente, la restauración de la Ermita Virgen del Rosario se realiza en colaboración entre todos los habitantes de Fuente del Pino, aprovechando también los fines de semana o algún día festivo para reunirse, trabajar y degustar una comida todos juntos.
Una nueva fiesta para cada año
La Asociación de Vecinos siempre busca sorprender a los fuentepineros y cualquier excusa es buena para pasar un día de celebración. Con kilos y kilos de mejillones se organizó la Fiesta del Mejillón. Durante el verano de 2005 en la piscina de Fuente del Pino se disfrutó de una Fiesta Hawaiana, donde mujeres y hombres vistieron la indumentaria típica de estas islas del Pacífico: bikinis, pareos, bermudas y camisetas. Para divertirse optaron por la clásica mezcla de este archipiélago, música de ukelele y buenos cócteles. La historia nunca se repite, la imaginación hace posible una nueva fiesta cada año.