La pedanía totanera de Lébor mantiene una costumbre de carácter familiar muy arraigada en la zona como es la matanza del cerdo que se inicia hacia el mes de Noviembre y supone en algunos casos la preparación de la despensa familiar para el invierno y la elaboración de los embutidos que se compartirán con familiares y amigos: morcillas, longaniza, butifarra...etc.
Los elementos que más abundan en las preparaciones culinarias son las materias primas autóctonas de la tierra, como los básicos productos de la huerta: la afamada calabaza totanera, berenjenas, alcachofas, calabacines, pimiento verde de bola, al igual que legumbres importantes como el arroz, que se prepara en muchas variedades.
Los platos típicos que se pueden degustar en la zona son el guiso de pelotas a base de carne de ternera y cerdo o la tradicional olla fresca con judías, garbanzos y pencas, así como una buena sartén de arroz y magra. Para los días cálidos la gastronomía se surte de varios tipos de pescado y verduras con las que se cocina la pipirrana, el bacalao con tomate, las menestras de verduras, el jallullo, etc.
Entre los postres destacan los elaborados con almendras como el bienmesabe y los dulces típicos de Pascua.