Muy pocos son los datos históricos sobre la pedanía de Cañada de la Leña (Abanilla). Su Historia parece ser paralela a la de las pequeñas poblaciones del territorio de Abanilla, concentradas pero poco habitadas. El topónimo del lugar variaría desde la Alheña medieval hasta la Cañada de la Leña actual, pasando por el segundo nombre que algunos documentos han mostrado, Los Martínez, en virtud quizá de antiguos propietarios o latifundistas del lugar.
Intercambios comerciales
El dominio árabe almohade sobre Abanilla y su cercanía a Orihuela hicieron que sus pueblos estuvieran en continuo contacto con los vecinos oriolanos, hasta el punto de que las relaciones comerciales eran continuas. Sabemos, por ejemplo, que Abanilla vendía en la vecina Orihuela pan de dátil, almendras, albaricoques de Damasco, higos, cestillos de esparto, cordeles y tejidos.
Durante la Reconquista del territorio murciano por la Corona de Castilla en el siglo XIII el futuro de muchas poblaciones fue la de pasar a manos de señores o encomiendas. En el caso de Abanilla sería primero señorío de Ramón de Rocafull, y en el siglo XV pasaría a manos de la Orden de Calatrava, hecho este último que determinaría la Historia del municipio de manera decisiva.