Cuadrilla de Los Animeros
Algunos de los pueblos murcianos, y en especial los de la comarca del noroeste, conservan entre sus tradiciones la música local, con canciones interpretadas por pequeñas cuadrillas de instrumentos de cuerda y algo de percusión. Guitarras, cuatros, violines, bandurrias, laúdes y campanas de mano son algunos de los efectos musicales utilizados.
El nombre de animeros no corresponde tanto al hecho de que estos grupos consigan animar los días de fiesta, como al de la referencia que se hace a las ánimas. Era tradición en muchos pueblos murcianos del noroeste y, especialmente, albaceteños, que en determinadas fechas los animeros salieran por las calles para pedir limosna por las ánimas del purgatorio. En algunas ocasiones se formaban grupos de 12, recordando a los apóstoles. Hay que buscar el origen más remoto en las hermandades fundadas en los siglos XVII y XVIII, remontándose a estas centurias las piezas que aún hoy día se interpretan.
Como vemos, estos grupos tienen un comienzo plenamente religioso en el que la campana, que aún se utiliza, tocaba por las calles para recordar su presencia a los vecinos, así como sus "deberes" para con las almas de los fieles difuntos. "¿Se canta o se reza?", se preguntaba en algunos pueblos cuando los animeros llegaban a una casa, si la familia estaba de luto la cuadrilla rezaba una oración.
Con el tiempo, con las transformaciones sociales y, evidentemente, religiosas, estos grupos de cuerda, aún conservando su nombre original de animeros, fueron mudando o enriqueciendo su repertorio. Las canciones de estas cuadrillas se iba centrando cada vez más en la música popular de la comarca, aprovechando las festividades para animar con jotas, malagueñas, seguidillas o pardicas.
Los Animeros de La Encarnación se formaron como grupo hace más de cincuenta años. Como es costumbre en estos grupos sus componentes originales no tenían conocimientos musicales académicos, tocando, como se expresa de manera popular, "de oído".
Las piezas que reproducen son las propias de la comarca del noroeste, y a través de los años han cedido de generación en generación sus conocimientos.
Aunque durante los años ochenta hubo una "parada artística" de este grupo, pausa en la que algunos de sus componentes marcharon a otros grupos de pueblos vecinos, hoy día el grupo se ha revitalizado con sangre joven, recuperando al tiempo a algunos de los antiguos miembros.
Los numerosos festivales y fiestas que se realizan en la Región permiten que estos Animeros saquen su tradicional música al exterior, compartiendo certámenes con otros grupos de animeros del noroeste.