El potaje de acelgas es un guiso de la comida tradicional del campo, elaborado tradicionalmente con ingredientes del propio huerto.

El potaje ha constituido durante siglos la alimentación primordial de un amplio sector de la población de la Región de Murcia. Su completo valor nutricional y su escasa aportación de grasas lo convierten en un tesoro de la gastronomía a conservar.

El potaje de acelgas realizado laboriosamente convierte ingredientes sencillos en un admirable y sabroso manjar.

Ingredientes para cuatro comensales

1 kilo de acelgas

300 gr de garbanzos remojados

300 gr de alubias cocidas

4 patatas pequeñas

2 dientes de ajo

Una rebana de pan frito

2 ñoras

1 huevo frito

1 cebolla pequeña

1 tomate pequeño

Colorante y pimentón

Aceite, sal y vinagre


Modo de elaboración

Paso 1: Cocer por separado

Las alubias y los garbanzos se habrán puesto previamente a remojo. Deben estar 24 horas como mínimo para que se ablanden. Luego coceremos las alubias un tiempo máximo de 20 minutos. Pasado este tiempo se corre el riesgo de que la alubia se abra y rompa. El garbanzo en cambio es más duro y requiere un mayor tiempo. Las acelgas se escaldarán en agua hirviendo, también por separado ya que pueden amargar durante la cocción y pegarían este desagradable sabor al resto de ingredientes.

Paso 2: Hacer el sofrito y freír

Se fríe la cebolla picada, una vez dorada se le añade el tomate para hacer el sofrito También se pican la ñora y el ajo, añadiéndose al conjunto.

En otra sartén mientras, se fríen por un lado el huevo y el pan. Luego se pican finos.

Paso 3: Mezclar los ingredientes del potaje

Por último se parten las patatas y se agregan al perol que contendrá el potaje donde también añadimos  el huevo frito y el pan picado, las alubias, los garbanzos y el caldo en el que se han cocido, las acelgas, el picado de ajo y ñoras, el colorante y el sofrito de tomate y cebolla. Se mezcla todo bien con un cucharón dentro de la olla y se deja cocer hasta que la patata esté hecha

El potaje requiere una cocción lenta, para que la salsa se vaya espesando. Por tanto el fuego no debe estar muy fuerte.

Presentación en mesa y acompañamiento

Este es un plato que armoniza a lo largo de su cocción los sabores de tan diversos ingredientes. Una vez finalizada la cocción, debe dejarse reposar unos diez minutos antes de servir para que el caldo quede harinoso y se depositen los sabores y matices que suponen la esencia de este plato tan nutriente.

Este guiso se puede presentar en un recipiente a medio camino entre el plato hondo y el tazón, una especie de cuenco. Que era el típico de toda vajilla huertana. Se decorará con un trocito de ñora.

Al guiso le va estupendamente como complemento una variedad de embutidos, servida tras el plato. Y es imprescindible el pan, ya que el caldo es muy sabroso.

Variantes

Hay una multitud de variantes elaboradas a partir de distintos ingredientes. En función de suprimir unos o añadir otros, recibirán el nombre de estos. Así por ejemplo está el potaje de bacalao, el de espinacas, etc.