El pintor lorquino Manolo Belzunce es uno de los máximos exponentes del mundo de las artes que en estos momentos posee la Región de Murcia.
Trabajador infatigable en su estudio, prefiere la calma de la vida en el campo o la huerta a la rapidez y locura de la gran ciudad. Debido a esto, en su etapa en Cataluña, prefirió vivir en Sant Cugat del Vallés antes que en la ciudad condal.
Pero su formación sí la culminó en esa ciudad que, a principios de los 70, era un centro cosmopolita por el que entraban las ideas de las vanguardias europeas.
Actualmente, Belzunce es descrito por los críticos como un pintor que siempre busca la innovación, nunca se estanca, y quiere que cada nueva obra sea distinta a las demás.
Muestra de ello es la repercusión de este pintor cuya obra está recogida en multitud de museos del mundo y en numerosas calles de sus ciudades.
Manolo Belzunce ha vuelto en los últimos años de los 90 a la tierra que le vio nacer, a la Región de Murcia.