La pintura del cartagenero Vicente Ros se desarrolló bajo una personalidad cordial y bohemia. Se desenvolvió al margen de las corrientes dominantes de la época.
Estuvo surtido de las influencias de grandes maestros como el cartagenero de adopción Wssel de Guimbarda.
Completó su aprendizaje en una ciudad como Madrid. En una época de despertar artístico, Ros desarrolla una pintura singular.
El estudio que fundó tras regresar a Cartagena se convirtió en uno de los espacios más interesantes de la ciudad en aquellos años, atrayendo a pintores, intelectuales o miembros de la sociedad cartagenera. Allí encontraban un excelente refugio para sus manifestaciones y ansias socio- culturales.
Las tertulias del estudio de Ros consiguieron alcanzar una gran fama, desarrollándose desde aquí muchas iniciativas que impulsaron y ayudaron a la consolidación del panorama artístico regional.