Desde su debut como novillero hasta la alternativa
En 1990, y tras debutar en su pueblo natal, Liria emprendería un largo camino entre los novilleros con picadores.
Hasta cuatro temporadas estaría el torero en ese escalafón, de 1990 a 1993. Años que le sirvieron para afianzar su oficio y prepararse a fondo para dar el paso definitivo.
La alternativa le llegaría al final de la temporada de 1993, cuando Ortega Cano le cedió los trastos en Murcia, en presencia de Finito de Córdoba. Hasta el final de la temporada sumaría 5 corridas de toros.
La escalada de los primeros años
El planteamiento de la primera campaña completa como matador de toros fue arriesgado: Liria se la jugó a todo o nada. Así, apareció en marzo por Las Ventas para confirmar su alternativa. Dió una vuelta al ruedo. Causó buena impresión y fue incluido en San Isidro, donde Liria dió el salto jugándose la vida con una descomunal corrida de Dolores Aguirre.
En 1995, y después de volver a torear en Las Ventas por San Isidro, salió a hombros en Pamplona de nuevo con ganado de Dolores Aguirre. Causó buena impresión en Bilbao, cortó una oreja en Barcelona y se convirtió en triunfador de Salamanca.
Con este curriculum, el torero de Cehegín completó una temporada de 54 corridas que mantuvo al alza su cotización entre los diestros de reciente alternativa.
Pepín Liria protagonizó un año 1996 excepcional, erigiéndose como uno de los triunfadores de la temporada. Ya el comienzo fue un buen presagio, con sendos éxitos en las ferias de Valencia y Castellón. A Sevilla acudió tres tardes logrando salir por la puerta grande.
Tras un San Isidro irregular y una decepción en la corrida de la Beneficencia, Pepín entró en un pequeño bache del que salió inmediatamente gracias al éxito con un "victorino" en la plaza de Barcelona. El resto de la temporada tomó una tónica triunfante, cuajada de trofeos y buen hacer.
La regularidad del torero
A partir del año 1997 Pepín Liria iniciaría una serie de brillantes campañas dominadas por la regularidad de un torero que se reivindicaba en cada corrida en el puesto ganado a pulso.
En los años sucesivos la regularidad sería de nuevo la nota predominante, manteniendo al torero de Cehegín en lo más alto a base de entrega, garra y tesón. No quedaron apenas plazas de primera y segunda categoría donde no saliese con algún trofeo, y en bastantes casos con un gran triunfo.
En la mayoría de grandes fiestas en las que participó triunfó, dejando siempre un buen sabor en los espectadores.
Sus campañas en América
En la corta estancia que Pepín Liria pasó en el continente americano le ocurrió de todo. Desde ser el elegido para reinaugurar plazas de toros, hasta escuchar los tres avisos y ver cómo el toro se marchaba a los corrales. Incluso recibió un puntazo de un fiero astado. También indultó un toro en la plaza de Cali (Colombia).
Festivales
Pepín Liria siempre ha estado dispuesto a participar en cuantos festivales haya sido oportuno, siempre que sus fines fueran benéficos. Ha tomado parte en todos los que se han celebrado en Murcia a beneficio de la Lucha contra el Cáncer.
Estadísticas en los 16 años de carrera desde su alternativa
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1993: 5 corridas, 7 orejas.
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1994: 32 corridas, 49 orejas, 6 rabos.
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1995: 55 corridas, 74 orejas, 9 rabos
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1996: 80 corridas, 113 orejas y 7 rabos.
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1997: 60 corridas, 117 orejas y 2 rabos.
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1998: 55 corridas, 89 orejas, 7 rabos.
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1999: 71 corridas, 103 orejas, 5 rabos.
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2000: 45 corridas, 54 orejas y 8 rabos.
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2001: 43 corridas, 60 orejas, 5 rabos.
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2002: 47 corridas, 67 orejas, 7 rabos.
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2003: 36 corridas, 59 orejas, 4 rabos.
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2004: 27 corridas, 36 orejas, 6 rabos.
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2005: 49 corridas, 73 orejas, 8 rabos.
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2006: 47 corridas, 90 orejas, 2 rabos.
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2007: 43 corridas, 85 orejas, 9 rabos.
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2008: 59 corridas, 71 orejas, 4 rabos.