El fresno es un árbol de fronda que alcanza los 30 metros de altura, de copa ovalada y amplia. Posee una corteza verdiclara y lisa en un principio, aunque luego se agrieta densamente de forma longitudinal.
Las hojas, bastante tardías en salir, son opuestas e imparipinnadas, compuestas por entre 3-13 foliolos lanceolados, de borde aserrado y lampiños por el haz y el envés.
Florece entre febrero y marzo, antes de aparecer la fronda, en forma de racimos, y los frutos-semillas son alargados (entre 2 y 4 cm) con forma de lengua muy fina (linguliformes) y en "sámara" (rodeado de una prolongación en forma de ala que facilita su dispersión). Los frutos maduran al final del verano. Se multiplica por semillas, las cuales se deben recoger en otoño y estratificar.
Hábitat y distribución
Su presencia se observa en zonas entre los 300 y 1.500 metros de altitud, necesitando un suelo fresco y con abundante humedad. Es muy resistente al frío.
En la Región de Murcia destacan los ejemplares existentes en el término municipal de Cieza y en el término municipal de Caravaca.
Usos
Sus hojas sirven de alimento para el ganado. Es considerada como una planta medicinal, valorándose su corteza y sus hojas. Así, por ejemplo, las hojas tienen propiedades medicinales como analgésico, contra dolores reumáticos y como fortalecedor de encías.
La madera de fresno ha sido, en todas las épocas, una madera muy cotizada para carpintería, sobre todo para la construcción de muebles.