Es la rana de siempre, la que alegra con sus cantos las noches de primavera y del verano. Es un anfibio de tamaño medio, normalmente mide unos 6 cm, aunque han sido encontrados ejemplares con más de 9 cm. Su aspecto robusto se suaviza por el hocico puntiagudo y las largas patas, que le confieren una apariencia mas estilizada. Tiene los ojos relativamente próximos, saltones y con la pupila horizontal. El iris es de color pardo-dorado. La membrana del tímpano es bien visible. Tiene la piel lisa, con escasas y pequeñas verrugas, y muy resbaladiza al tacto. Las patas son largas, sobre todo las traseras, que tienen además una membrana interdigital muy desarrollada.
Las Ranas presentan una coloración dorsal muy variable, desde el verde brillante a la coloración marrón. El diseño es también muy variable, a base de manchas repartidas al azar, o bien en bandas, o bien homogéneo, etc.
Costumbres
La Rana Común mantiene una gran actividad tanto diurna como nocturna, y durante todo el año, habiendo sido encontrada en invierno, en las zonas más frías de nuestra región, incluso bajo una gruesa capa de hielo. Es una especie muy gregaria, siendo usuales las grandes concentraciones.
Permanecen indistinguibles soleándose en las orillas o flotando en el agua, y huyen al menor peligro de un salto, produciendo un sonido característico al caer, seguido de la inmediata inmersión, yendo al fondo a esconderse. Pasado algún tiempo asoman fuera del agua para comprobar si ha pasado el peligro.
Tienen una gran agilidad, y se desplazan a grandes saltos en tierra, siendo a la vez una excelente nadadora. Es el más ruidoso de nuestros anfibios, pudiendo escucharse los coros de machos a gran distancia. Utiliza para el canto dos sacos bucales dispuestos cada uno a un lado de la boca.
Protección y conservación
La Rana Común es el más resistente de los anfibios y el que menos limitaciones climáticas, o topográficas o de otro tipo, tiene en su distribución. Sólo está limitada por la presencia de agua, sin que la calidad de ésta sea determinante. Aguanta en aguas con cierta contaminación, salinidad, eutróficas, etc. En zonas rocosas aprovecha aguas temporales de lluvia.
Se pueden encontrar poblaciones saludables próximas a zonas con intensa actividad humana. Las únicas amenazas que eliminan radicalmente a la Rana Común de sus habituales medios acuáticos es la contaminación por productos químicos a los que son muy sensibles todos los anfibios, y la introducción de especies que eliminan sus puestas y renacuajos, como el Cangrejo rojo americano o peces como la Gambusia.
Hábitat y distribución
Siempre muy ligada al agua, por lo que aparece en balsas, acequias, charcas, embalses, ríos, etc., desde el nivel del mar hasta los 1.500 m de altitud en las sierras del Noroeste. A escala mundial, la Rana Verde Común se distribuye tan sólo por la Península Ibérica y el sur de Francia. En España ocupa todo su territorio, debiéndose las ausencias más a falta de prospección que a su ausencia real, siempre que haya un punto de agua. Está introducida en las islas Canarias y en las Baleares.
Curiosidades
En los ejemplares de mayor tamaño, más viejos, se han encontrado actitudes de defensa semejantes a las descritas para el Sapo Común (Bufo bufo) y el Sapo Corredor (Bufo calamita). Las Ranas Verdes son buenas conocedoras de su territorio y poseen una vista estupenda, por lo que huyen a sus refugios casi de forma mecánica, velozmente.
Vicente Hernández Gil