Biografía

En 1797 nacía en Cartagena Juan Ibáñez Sánchez. Estudió en Murcia sus primeros años de formación previa a su marcha a Madrid para graduarse en la Academia de San Fernando. En Murcia tuvo contacto como estudiante con Bolarín García, y el aprendizaje con este fue tal que no sólo consiguió en la capital del reino su título como Arquitecto sino también el de Profesor de Arquitectura el 29 de marzo de 1827. En Madrid, en 1830, logró también su título de Aparejador Facultativo.

En 1829 estaba de vuelta en Murcia y la Sociedad Económica solicitó sus servicios como profesor de arquitectura y construcción. En 1833 declara ser Maestro de los conventos de Santa Clara, Santa Ana, Santo Domingo y Nuestra Señora de la Merced. En 1834 padeció la epidemia de cólera que asoló la ciudad de Murcia.

En 1835 era ya Arquitecto Titular del Ayuntamiento de Murcia, título que sólo tendría hasta 1840, según las fuentes depuesto de él por motivos políticos.

Una de sus primeras obras fue la del murallón del Arenal y durante la guerra de Independencia estuvo a cargo del refuerzo de las defensas de la ciudad en el distrito de El Carmen, en aquel tiempo Barrio de San Benito.

Además de arquitecto fraguó pronto su experiencia en obras de ingeniería como Encargado de Caminos y Canales de la Diputación Provincial, así en 1835 estuvo a cargo de la carretera de Murcia-Cartagena, la de Orihuela, la de Lorca o la de Albacete. Realizó también diversos puentes, en Orihuela, los de las ramblas lorquinas de Belén y Salinas, sobre el Segura en Calasparra y en Archena un puente de conexión entre el Balneario y el pueblo, así como un canal en Mazarrón. Asimismo le fueron comisionados diversos molinos como el de la Junta de Hacendados de Orihuela y uno en la Condomina.

Ibáñez fue discípulo de Bolarín García, con él pudo trabajar sus primeros años como arquitecto y seguramente de él heredó algunos conceptos arquitectónicos basados especialmente en la austeridad de las formas neoclásicas, algo que se puede observar en alguna de las obras que aún quedan de este arquitecto, como una capilla en Sucina, en la hacienda de Las Peralejas, obra fechada en 1850. Esta capilla, con panteón familiar, mantiene las líneas propias del neoclasicismo español, algo palladianas en la cúpula y una portada bastante austera, de sillería marcada en los tres arcos en ventanas y puerta que conforman el frente.

Sus trabajos arquitectónicos fueron variados, algunos sólo se conservan en papel, custodiados en archivos, como una Plaza de Toros para barrio de El Carmen o el Palacio de la Condesa de Villaleal. También realizó arquitectura efímera, como una galería en el Palacio Episcopal y, con motivo de la visita a Murcia de Isabel II, arcos de triunfo que se situaron en la cercanía de la recién inaugurada estación de ferrocarril de El Carmen.

En 1837 se hacía cargo de los problemas de desplome de los arcos del Puente Viejo de Murcia, proponiendo que toda la piedra del pretil fuera sustituida por una baranda de hierro, cambio que se prolongaría hasta 1848.

El 20 de octubre de 1844 obtuvo el título de Académico de Mérito por la Academia de San Fernando, y entre este mismo año y 1853 trabajó para el Cabildo catedralicio en la reparación de las casas de Ochando.

Tuvo especial dedicación como arquitecto a obras particulares, algunas en calles tan céntricas hoy día en Murcia como la de Frenería, concretamente el número 33, en la actual plaza de Romea o en la calle San Nicolás, así como reformas, algunas polémicas, como el derribo de la torre Junterón en el Huerto de Cadenas, o la eliminación de ciertos detalles de fachada antiguos para substituirlos por los más modernos miradores, especialmente a partir de 1869.

Juan Ibañez murió el 1 de octubre de 1871