Biografía

Aunque no natural de Murcia, Sebastián Feringán residió en la capital de la Región y llegó a trabajar en importantes proyectos de nuestro territorio. La formación de Feringán estuvo mas relacionada con la ingeniería que con la arquitectura, no en vano en la época en la que se desarrolló su trabajo aún no existía un cuerpo de arquitectos propiamente dicho, la Academia de San Fernando aún no había comenzado su andadura.

Sebastián Feringán nació en Aragón, en Báguena, el 19 de enero de 1700, hijo de Pedro Fringán y Josefa Antonia Cortés y Bernal. Siempre se especuló sobre su posible origen francés, que era algo remoto por línea paterna, pero su ascendencia por línea materna era totalmente aragonesa.

Se crió bajo la tutela de su hermano, miembro del ejército, en la localidad de Fraga. En1717 los dos hermanos estaban en Barcelona, ya que su hermano Pedro había sido destinado a la Contaduría. Desde joven Feringán fue un autodidacta, tras los estudios de humanidades, con especial dedicación a las matemáticas - que estudió con un fraile franciscano - se presentó voluntario al Cuerpo de Ingenieros Militares en 1718. En 1721 era alférez y en 1726 teniente e ingeniero ordinario, momento en el que aún trabajaba en las obras del puerto de Barcelona a las órdenes de Verboom.

En 1728 llegó a Cartagena como Teniente de Ingenieros, para participar en las obras del puerto, y allí contrajo matrimonio con Onofra Fernández, de Santo Domingo de la Calzada, pero mucho tiempo afincada en Cartagena; ella era viuda, el matrimonio no tuvo descendencia pero criaron a una sobrina.

En Feringán puso su confianza el ministro Patiño y el marqués de la Ensenada, y llegó a sustituir a Deretz en la dirección de las obras portuarias. Son precisamente las remodelaciones en el cuerpo de la armada, propuestas por  Ensenada, lo que determinarían el trabajo de Feringán, muy dedicado a una ciudad de Cartagena que acogía a esta reformada unidad del ejército.

Feringán se establecería en la provincia de Murcia, especialmente en Cartagena, pero, debido a su servicio a la corona como ingeniero, estuvo comisionado en distintas ciudades de la península y tuvo que viajar, además de a Madrid, a otras ciudades como Granada, Sevilla o Gibraltar. Sus obras incluyeron una revisión de líneas de costa, obras en ríos andaluces, creación de maquinaria o fábricas de azúcar, etc, las labores diversas propias de un ingeniero. A las obras del puerto de Cartagena, se sumaron con los años otras que han quedado como ejemplos arquitectónicos muy importantes de la ciudad portuaria.

La vida personal de Feringán estuvo marcada por un trabajo constante y diverso dentro del marco propio de un ingeniero militar, y por unas retribuciones económicas escasas, hasta tuvo que elevar una petición para pedir una pensión para su esposa. Sabemos que también tardó en llegarle la recompensa en su grado militar, sólo en 1762 y tras suplicarlo obtuvo el merecido ascenso a mariscal de campo, que no pudo disfrutar más que unos meses, pues falleció ese mismo año. Fue enterrado en el convento de San Agustín el 21 de mayo de 1762.

Obras

En Murcia, en 1734, tuvo a su cargo las obras del Reguerón, obras de acondicionamiento destinadas a evitar las inundaciones en la capital, comisionadas en este caso por los cabildos secular y eclesiástico pero firmadas por una Real Orden. Estas obras, que llegaban hasta Alquerías y Beniel, eran un proyecto ambicioso y necesario que completaba las anteriores obras de Luzón y Toribio Martínez, y tuvieron la oposición de ciertos nobles como el Marqués de Beniel, pero las reales provisiones ordenaron su consecución y la prohibición de cualquier obstrucción al proyecto. Durante dos años y medio se estuvo construyendo el Reguerón.

Dada su trayectoria, el cabildo de la Catedral de Murcia encargó al arquitecto un informe sobre el estado de la fachada del edificio, muy deteriorada por las últimas inundaciones. En 1736 Feringán realizó una planta para la portada de la Catedral de Murcia y suyos son los cimientos que actualmente tiene, si bien el resto del proyecto de rehabilitación recayó íntegramente en Jaime Bort.

En 1738 realizó un diseño importante en Cartagena, el edificio de Intendencia y Contaduría, hoy Capitanía, además de otros edificios, hoy ya no existentes como el Cuartel para Batallones de Marina o el Almacén General del Arsenal, este último proyecto de 1752.

En 1745 el ingeniero diseñó sobre papel el Canal de Huescar, que se realizaría sobre los ríos Castril y Guardar y que optimizaría el riego de los campos de Lorca, Murcia y Cartagena. Pero este proyecto quedó sólo en sus inicios pues nunca se logró la financiación de las obras, entre otras cosas por la caída de su impulsor, el marqués de la Ensenada.

La obra que más destaca de entre las realizadas por Feringán en nuestra Región es sin duda El Hospital Real de Antiguones u Hospital Militar de Cartagena, actual Escuela Técnica Superior de Telecomunicaciones, proyecto que llevó a cabo entre 1752 y 1762. Una edilicia hecha en grandes sillares, donde el arco diafragma es el protagonista para la sustentación de sus grandes tres crujías en forma de U. Líneas austeras, como corresponde a un edificio militar, pero con la elegancia de un neoclasicismo realmente sobrio; la construcción destaca por una estructura sólida de piedra tabaire; al exterior, sobre sus cubiertas, vanos en forma de mansardas con cubierta de arco de medio punto.

Entre los numerosos proyectos de Feringán, más allá de sus obras más conocidas en Cartagena, se incluyeron trabajos sobre las fortificaciones de Águilas, concretamente la rehabilitación en torno a 1755 del fuerte de San Juan, con inclusión de nuevas baterías defensivas.

A su obra arquitectónica hay que sumar manuales de construcción, como un Tratado de Fortificaciones o el Tratado sobre el movimiento y las aplicaciones de las aguas, un discurso sobre diques y un tratado sobre puertas de diques, en definitiva escritos que demuestran aun más la gran vocación profesional de Feringán.