Arquitectura de la Prehistoria
No es baladí para la Arquitectura en Murcia comenzar con la arqueología que nos queda de la misma. Para el visitante o turista la arqueología puede parecer meras trazas emborronadas de antiguos espacios habitados, para el historiador son anotaciones del pasado, para un arquitecto son en ocasiones importante fuentes de información. Desde que el ser humano se dedica a construir sus espacios habitables, se inventa la arquitectura.
La Región de Murcia posee entre sus restos arqueológicos muestras arquitectónicas que se remontan a la época argárica, dibujan la colonización romana y llegan a la época medieval que dejó una importante impronta de construcciones durante la dominación musulmana. Si podemos comenzar a hablar de arquitectura en nuestro territorio, abandonados ya los rudimentarios abrigos rocosos, debemos empezar por la Edad del Bronce, la que dio civilizaciones como la Minoica en nuestro Mediterráneo pero también multitud de poblados a lo ancho y largo del planeta que ya dibujaban sobre plano sus pequeñas urbes.
En Murcia tenemos testimonios arqueológicos que han cobrado una especial relevancia como el de La Bastida de Totana, yacimiento que se ha llegado a comparar con la antigua Troya por las dimensiones del poblado y de su red de muralla defensiva. De la planta circular de la anterior etapa del Calcolítico se pasa a la rectangular, más versátil. Lo que nos demuestran poblados como este de Totana es que la sociedad argárica, que vivió entre el año 2000 antes de Cristo y el 1100, era un sociedad que distribuía racionalmente el espacio a habitar, que se disponía en aterrazamientos creando líneas de viviendas de planta rectangular o trapezoidal dedicadas tanto a lugar de residencia como a taller de los diferentes oficios necesarios para la vida cotidiana, ya fuera molienda de grano o creación de textiles y utillajes. La urbe creció y se acomodó a necesidades tan elementales como la creación de calles o de sistemas de desagüe para evacuar el agua de las calles. El adobe, la madera y el barro fueron suficientes para crear esta red de casas, así como la talla a piedra viva del cerro para construir escalones que permitieran acceder a los distintos niveles.