La Semana Santa de Yecla fue declarada en 1990 Fiesta de Interés Turístico Regional, debido a su gran belleza y originalidad.
Las calles de la ciudad ofrecen durante estas fechas los elementos que hacen de la Semana Santa un disfrute en todos los sentidos.
El número total de cofradías que participan en los actos procesionales son dieciséis. La mayoría surgieron en el entorno de los gremios: albañiles, banqueros, panaderos, comerciantes, sastres, trabajadores de la madera, etc. Aunque hoy en día las Hermandades están desvinculadas, en la mayoría de los casos, de las asociaciones profesionales.
Participantes
La Semana Santa de Yecla y su atractivo cortejo atrae cada año a más visitantes. Acudir como público a algunas de las procesiones en el casco antiguo de la ciudad puede ser muy emocionante. Veremos como la habilidad de los portapasos obra proezas por sus tortuosas y enrevesadas calles, conduciendo los tronos por estrecheces inimaginables.
Una serie de agrupaciones musicales aportan su profesionalidad a la Semana Santa de Yecla. La belleza de sus partituras dotan a este espectáculo de una mayor brillantez.
También deben ser destacados los 'sanjuaneros' pertenecientes a la Cofradía de San Juan, ataviados con ropas egipcias; la Banda de San Pedro y del Cristo de la Caída; la Banda de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias; la Banda de Santa Mª Magdalena; los Romanos del Cristo de la Agonía y del Ecce; la Banda de cornetas y tambores de la Cofradía del Cristo Amarrado a la Columna; y por último, la Asociación de Amigos de la Música de Yecla. Juntos armonizan un espectáculo para todos los sentidos.
Se puede saber más de la tradición, historia y desarrollo de la Semana Santa yeclana si visitamos el Museo que la ciudad tiene dedicado a este evento. Está situado en las naves góticas de la Iglesia Vieja y recoge los pasos. También se pueden ver tronos, estandartes, bordados, cruces-guía, túnicas y trajes, pertenecientes a las diecisiete hermandades y cofradías existentes.
Las distintas procesiones, las saetas en los rincones de la ciudad o los productos típicos de Yecla, son algunas de las delicias que el visitante nopuede pasar por alto en estos días.
Las diecisiete Cofradías y Hermandades, que participan en el Vía Crucis callejero, escenifican los acontecimientos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo con gran vistosidad. La Semana Santa de Yecla se encuentra sin duda entre las más plásticas de la Región.
Orígenes de la Semana Santa Yeclana
La tradición de la Semana Santa nace por la necesidad de adoctrinamiento cristiano a la gente sencilla e iletrada. Por medio de representaciones históricas de la Pasión, se hacía más fácil hacer entender los acontecimientos que tuvieron lugar al final de la vida de Cristo, y su trascendencia. De una manera teatral, se hacía llegar el mensaje que no eran capaces de transmitir al pueblo, ni las liturgias solemnes, ni su lenguaje incomprensible.
La Semana Santa de Yecla es una tradición profundamente enraizada. Sus procesiones logran recrear la visión medieval que el pueblo tenía de la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
En el siglo XVI aparecen las primeras referencias documentales de la celebración de la Semana Santa en Yecla. En estas fechas se la menciona junto a la Pascua como una de las fiestas principales, fundándose las primeras cofradías en la ciudad: el Dulce Nombre de Jesús, La Soledad, la Escuela de Cristo, la de la Sangre de Jesús y la Hermandad de la Cruz.
En el siglo XVIII se inician las tradiciones de los Sermones de la Pasión y el Descendimiento, las Siete Palabras y la Soledad, la única que ha perdurado hasta nuestros días.
Este acto es el colofón del Viernes Santo. Todo el pueblo, tras asistir al Entierro de Cristo, acompaña a la Iglesia del Hospitalico (Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores) la Imagen Dolorosa de la Soledad de María.
La Semana Santa a partir del siglo XIX
Durante el siglo XIX la Semana Santa cambia de forma. Se organizan las procesiones de la Pasión del Señor y la del Calvario. Además los distintos cortejos se detendrían ante cada iglesia para efectuar el Rezo de las Estaciones.